Cyclura lewisi

Cyclura lewisi (Grant, 1940) Burton, 2004

31-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Bronx, Zoo de Bronx.
Leg: Isidro Martínez. Det: Zoo de Bronx.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Squamata.
Suborden: Sauria.
Familia: Iguanidae.
Subfamilia: Iguaninae.
Género: Cyclura.
Especie: Cyclura lewisi.

La iguana azul de las Caimán es una especie largo tiempo considerada como una mera subespecie de Cyclura nubila, pero que actualmente se considera una especie independiente. Es un lagarto de hasta un metro y medio de longitud, que puede pesar hasta catorce kilos, convirtiéndolo en uno de los saurios más grandes del hemisferio occidental. Los machos, más grandes que las hembras, pueden medir hasta setenta y seis centímetros de longitud corporal sin incluir la cola, la cual suele igualar la longitud del cuerpo. La longitud corporal de las hembras alcanza los cuarenta y un centímetros. Su cuerpo está cubierto por escamas, con algunas escamas más grandes en la cabeza. De la garganta le cuenta una papada desprovista de espinas. El dorso está recorrido por espinas erectas, rígidas y regulares, más grandes en el macho que en la hembra. La piel es de color de gris azulado a gris oliváceo, con bandas oscuras irregulares que están bien marcadas en los juveniles pero que se van perdiendo gradualmente en los adultos. Durante la época reproductiva, los machos adquieren vivos tonos azul turquesa en su cabeza y cuerpo. Las hembras también se vuelven azules pero en una tonalidad mucho más sutil. Los ojos de la iguana azul de las Caimán son dorados, con globos oculares rojos.

Es endémica de la isla de Gran Caimán, la principal de las Islas Caimán, donde habita en zonas costeras y terrenos áridos. Actualmente su escasísima población se concentra en la zona de Piedra Alta en el interior de la isla. Se halla en el borde de la extinción, considerándose como uno de los animales más amenazados y que está desapareciendo más rápidamente de la Tierra. La población totalmente silvestre de la isla, reducida (en el año 2000) a entre diez y veinticinco individuos, se considera funcionalmente extinta. Una segunda población, administrada y asistida para su reproducción en cautividad y posterior liberación, se encuentra en el Parque Botánico Reina Isabel II. La depredación de las crías por gatos asilvestrados, cerdos, ratas y mangostas introducidas, y de adultos por perros, parece ser el principal factor de amenaza, junto con el desarrollo urbano y agrícola y los atropellos. La expansión de explotaciones ganaderas es un factor importante también debido a que el ganado compacta el suelo con su pisoteo, haciéndolo demasiado duro para que las iguanas puedan excavar sus nidos. Los adultos son completamente terrestres, pero las crías a menudo trepan a los árboles. Es de actividad diurna, pasando la mayor parte de su tiempo asoleándose en las rocas, y por la noche se refugia en grietas y oquedades de las rocas. Se alimenta principalmente de tallos y hojas, y en menor grado de frutos, flores, semillas y ocasionales insectos. De forma excepcional se le ha observado ingerir piedras, tierra, excrementos, su piel mudada y hongos. Es un animal solitario, excepto durante la época de cría. Entonces, el territorio de un macho dominante se solapa con el de una o varias hembras con las que copula. Los machos rivales suelen evitar los conflictos mediante avisos visuales y las luchas son raras, pero cuando se dan suelen ser crueles y sangrientas. Los machos cortejan a las hembras sacudiendo verticalmente su cabeza mientras trazan círculos a su alrededor. Durante la cópula, el macho muerde el cuello de la hembra para sujetarla. Las hembras ya fecundadas no toleran a los machos y los expulsan de su territorio, siendo agresivas incluso con machos mucho más grandes que ellas. Unos cuarenta días después de la cópula, la hembra pone entre uno y veintidós huevos en un nido excavado en el suelo en una zona soleada. Tras la labor, camufla la zona excavada con hojas secas para que los depredadores no encuentren el nido. La hembra permanece en las cercanías del nido durante varias semanas, para protegerlo tanto de los depredadores como de otras iguanas fecundadas que quieran usar el mismo sitio para sus huevos. La hembra abandona el nido antes de que nazcan las crías. Entre dos meses y medio y tres meses después de la puesta, los huevos eclosionan. Las crías alcanzan la madurez sexual entre los dos y los nueve años. Es uno de los lagartos más longevos del mundo, pudiendo vivir hasta cuarenta años en libertad y hasta sesenta y nueve años en cautividad. Esta última cifra corresponde al individuo llamado "Godzilla" que murió en el zoo de Gladys Porter en el año 2004, convirtiéndose en el récord mundial del ejemplar de lagarto más longevo del que se tiene constancia en el mundo.