Ctenosaura acanthura

Ctenosaura acanthura Shaw, 1802

1-Agosto-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Manhattan, Museo Americano de Historia Natural, sala Reptiles y Anfibios.
Leg: Isidro Martínez. Det: American Museum of Natural History.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Squamata.
Suborden: Sauria.
Familia: Iguanidae.
Subfamilia: Iguaninae.
Género: Ctenosaura.
Especie: Ctenosaura acanthura.

La iguana espinosa del Golfo es un lagarto que puede medir hasta un metro y cuarenta centímetros de longitud en el caso de los machos, que son más grandes que las hembras, ya que éstas no superan un metro de longitud. De esta longitud, la cola ocupa aproximadamente unos dos tercios. Su piel es de color negro en los adultos, aunque los juveniles son de color verdoso. A lo largo del dorso corre una cresta de espinas cortas, muy notable en el macho y mucho más sutil en la hembra, mientras que en la cola posee anillos de espinas grandes, los diez primeros intercalados cada uno con uno o dos anillos de espinas mucho más pequeñas. Su boca posee dientes con hasta cuatro puntas. Sus patas son robustas y musculosas, con dedos terminados en fuertes uñas ganchudas. Es posible que esta especie deba sinonimizarse con Ctenosaura pectinata, pero su taxonomía no se ha estudiado en profundidad.

Es subendémica de la zona más oriental de México, pudiéndose encontrar desde Liera y Tepehuaje de Arriba en Tamaulipas, hasta el Istmo de Tehuantepec en Veracruz y Chiapas, penetrando ligeramente en el norte de Guatemala. Se adapta a diversos tipos de ambientes, incuyendo zonas antropizadas. De costumbres diurnas, este reptil pasa buena parte de su tiempo asoleándose en las rocas, y huyendo a gran velocidad en cuanto perciben un peligro. Es buena trepadora y busca refugio en los árboles si se siente amenazada en tierra. Se alimenta de hojas, flores y frutos y en menor grado insectos. Ambos sexos son territoriales, si otro miembro de su especie penetra en su territorio, el dueño del mismo le advierte primero con movimientos verticales de la cabeza, recurriendo a una postura amenazante si la primera advertencia no surte efecto, y por último si el intruso insiste en quedarse el propietario corre a atacarle con mordiscos y coletazos, lo que casi siempre es suficiente para alejarlo. En diciembre, el macho sale de su territorio en busca de una hembra, y ha de ser cauteloso y esperar a que la hembra lo acepte en su territorio. La hembra cava su nido entre marzo y mayo y pone entre doce y cuarenta huevos en suelo arenoso, a unos cincuenta centímetros de profundidad. El macho se queda en el territorio de la hembra hasta que nacen las crías, pero tratará de copular con más hembras si se cruzan en su camino, y la hembra se dejará montar por otros machos si el macho legítimo no está lo suficientemente atento. Las crías nacen entre abril y junio, sincronizándose con las primeras lluvias. Alcanza la madurez sexual a los dos años y puede vivir hasta diez años.