Climaciella brunnea

Climaciella brunnea (Say, 1824)

27-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Massachusetts, Suffolk, área metropolitana de Boston, Cambridge, Campus de la Universidad de Harvard, Museo de Historia Natural de Harvard. Ejemplares capturados el 19 de agosto de 1968 en el Condado de Cochise, Arizona, a 12 millas al sur de Apache, sobre Helianthus sp.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Neuroptera.
Suborden: Planipennia.
Superfamilia: Hemerobioidea.
Familia: Mantispidae.
Subfamilia: Mantispinae.
Género: Climaciella.
Especie: Climaciella brunnea.

Este peculiar y fabuloso insecto es la especie tipo de las ocho que conforman el género Climaciella. Mide de entre veintitrés y treinta y cinco milímetros de longitud corporal. Como todas las especies de su familia, tiene patas delanteras modificadas, con función raptora, muy similares a las de las mantis (con las que no están emparentadas), un perfecto ejemplo de convergencia evolutiva. Esta especie, además, posee un aspecto y coloración que recuerdan mucho a las de las avispas papeleras del género Polistes de su área de distribución: un perfecto ejemplo de mimetismo batesiano. El modo de plegar sus alas, dirigidas hacia los lados en lugar de doblarse en tejadillo como hacen otros Mantispidae, refuerza fuertemente ese parecido con una avispa papelera. Su cabeza es triangular, con grandes y prominentes ojos redondos iridescentes. Las antenas son cortas y moniliformes, castañas en la base, tornándose negras gradualmente hacia la punta, y con una contrastada punta anaranjada amarillenta. El pronoto es alargado, con un abultamiento cerca de la parte anterior, y es castaño con una marca negra y amarilla en la parte posterior. El abdomen es abultado e hinchado, curvado hacia abajo, de color castaño rojizo con una banda amarilla orlando el borde posterior de cada segmento, normalmente estas bandas amarillas son muy estrechas (recordando a Polistes exclamans), pero en otros ejemplares son tan anchas que casi todo el abdomen se ve amarillo salvo su base negruzca (recordando a Polistes comanchus). Las patas raptoras son rojizas por la cara externa, pero negras en la cara interna del fémur. Las patas marchadoras, delgadas y largas, presentan diversos tonos de amarillo, castaño o negro. Las cuatro alas, alargadas y estrechas, poseen la mitad costal marrón y la mitad posterior transparente, acentuando el parecido con las alas plegadas marrones de las avispas papeleras.

Se distribuye por la práctica totalidad de Norteamérica y Centroamérica, desde varias provincias canadienses hasta Costa Rica. Habita en campos maduros con abundancia de plantas silvestres. Los imagos aparecen en primavera y verano, pero los machos, de vida mucho más corta, aparecen únicamente en primavera. No es una especie muy frecuente, pero localmente en los meses más cálidos pueden aparecer agregaciones de hasta veinte ejemplares en una misma área. Si se siente amenazada, pulsa repetidamente su abdomen para imitar a una avispa alertada, y si la amenaza persiste, adopta una pose intimidatoria curvando el abdomen hacia la amenaza igual que una avispa enfurecida haría cuando da un aviso. Sin embargo, no posee aguijón y si la amenaza es muy próxima ha de huir volando. A diferencia de la gran mayoría de mantíspidos, Climaciella brunnea es de actividad diurna, para reforzar su mimetismo con las avispas papeleras. A pesar de ser diurnas, acuden a la luz artificial. También acuden a las flores, pero no se alimentan de ellas, sino que las utilizan como plataforma de caza y de encuentro sexual. Durante el cortejo, el macho abre y cierra repetidamente sus alas y sus patas raptoras, con intención de impresionar a la hembra, a la vez que libera feromonas. La hembra, una vez fecundada, pone hasta tres mil trescientos huevos en tres puestas separadas, en el envés de las hojas. Los huevos son muy pequeños, blancos, y se sitúan sobre cortos pedúnculos. Su ciclo vital es extremadamente especializado: las larvas recién nacidas se dispersan por el suelo y deben esperar al paso de una araña lobo (Lycosidae), a la que se suben. Si la araña es un macho, esperan a que copule para cambiar de hospedador y pasar a vivir sobre la araña hembra. La larva vive como parásita de la araña hasta que ésta pone sus huevos. En el instante de la puesta de huevos, la larva se desprende de la araña y se deja envolver con seda junto con los huevos de araña. Una vez terminado el saco de huevos, que la araña acarreará consigo, la larva de este insecto devorará todos los huevos de la araña, y cuando ya no queden, se transformará en crisálida.

Con lo que te gustan los neurópteros, supongo que te habrá encantado encontrar esta especie tan curiosa. Por cierto, que ciclo de vida tan rebuscado.

Si, disfruté como un enano al ver en ese museo cajas de insectos dedicados a los neurópteros, entre ellas un montón de especies de mantíspidos nuevos para mí, aunque casi todo estaba sin identificar pero con la ayuda de expertos he ido poniendo nombres a las fotos. Climaciella brunnea en concreto es mi Mantispidae favorito (y es la especie que ilustra en este foro las "Fichas de otros grupos de insectos"), y me hizo mucha ilusión.

Todos los Mantispidae tienen un ciclo de vida parecido, cambiando sólo el tipo de araña a la que parasitan. Climaciella brunnea lo hace en arañas lobo.