Calopteryx amata

Calopteryx amata Hagen, 1889

27-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Massachusetts, Suffolk, área metropolitana de Boston, Cambridge, Campus de la Universidad de Harvard, Museo de Historia Natural de Harvard.
Ejemplar capturado en Montgomery, Massachusetts por Geo. Dimmock. en 1980
Leg: Isidro Martínez. Det: Harvard Museum of Natural History.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Odonata.
Suborden: Zygoptera.
Superfamilia: Calopterygoidea.
Familia: Calopterygidae.
Subfamilia: Calopeteryginae.
Género: Calopteryx.
Especie: Calopteryx amata.

Ésta especie de caballito del diablo mide entre cuarenta y nueve y sesenta y un milímetros de longitud corporal, y destaca por sus alas inusualmente estrechas en comparación con otras especies de su género, de hecho, es la especie que tiene las alas más estrechas de toda su familia, y también la que tiene el cuerpo más largo. El ala anterior mide entre treinta y tres y cuarenta y dos milímetros de longitud. Como es habitual en su género, presenta un acusado dimorfismo sexual. El macho tiene el cuerpo de color verde azulado metálico muy intenso, y las alas son transparentes con un tinte ambarino, con reflejos verde-azulados metálicos en las venas, y las alas posteriores poseen el ápice teñido de oscuro. La hembra tiene un cuerpo de color bronceado, y alas ambarino-verdosas provistas de un pterostigma blanco del que el macho carece. La hembra posee, además, la parte baja de los laterales del tórax de color cremoso.

Es nativo del nordeste de Norteamérica, desde Québec hasta Tennessee, quedando casi limitado a la cordillera de los Apalaches. Habita en ríos y arroyos de aguas limpias y corrientes, con abundante vegetación en las orillas. Generalmente es una especie de montaña, salvo en el norte de su área de distribución. Los imagos vuelan de mayo a agosto según la localidad, y se alimentan de pequeños insectos de cuerpo blando, como mosquitos, polillas y moscas. Suele posarse en el follaje de la vegetación de las orillas, desde donde se lanza para capturar sus presas retornando de nuevo a la misma percha una vez ha conseguido su alimento. Los machos son territoriales y se persiguen agresivamente en veloz vuelo horizontal volando en círculos. El macho sigue a la hembra tras la cópula hasta que ha puesto sus huevos, para así asegurarse de que ningún otro macho la fecunda.