Atomosia puella

Atomosia puella (Wiedemann, 1828)

24-Julio-2019.
América, Norteamérica, Nueva Inglaterra, Massachusetts, Suffolk, Boston, Arboreto de Arnold.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Diptera.
Suborden: Brachycera.
Superfamilia: Asiloidea.
Familia: Asilidae.
Subfamilia: Laphriinae.
Género: Atomosia.
Especie: Atomosia puella.

Es una pequeña mosca salteadora que mide entre cinco y ocho milímetros de longitud corporal, siendo las hembras notablemente más grandes que los machos. Se reconoce por su cuerpo pequeño, robusto y de color oscuro. La cabeza posée un vértex convergente (a diferencia de la muy similar Cerotainia albopilosa), antenas alargadas y finas, y grandes ojos con irisaciones cobrizas y verdes. La probóscide es corta y robusta, atenuada hacia la punta. La anchura de la cabeza es similar a la del tórax y ambas partes quedan separadas por un amplio espacio. El tórax está cubierto de pilosidad rizada aplicada abundante, y el escutelo posee cuatro cerdas. El abdomen es robusto, generalmente tan ancho como el tórax, y posee una puntuación gruesa y poco densa. El sexto segmento abdominal forma en ambos sexos una estructura con forma de copa donde se alberga la genitalia. Las patas posteriores poseen dos largas cerdas en la base de cada fémur. Las tibias son negras y los últimos segmentos de los tarsos poseen pelos negros. Las uñas son esbeltas y afiladas, con la punta ganchuda. Las alas son translúcidas y sin manchas, con irisaciones.

Se distribuye por el este de Norteamérica, desde Ontario hasta Florida y México, siendo una de las sólo cuatro especies norteamericanas de este género principalmente sudamericano. Por el oeste alcanza hasta Ohio y Texas. Los imagos vuelan en julio y agosto. Es muy característico de este insecto el reposar sobre superficies verticales tales como troncos de árboles y muros, generalmente justo por encima del nivel de la vegetación herbácea, en posición vertical con la cabeza dirigida hacia el suelo y elevada treinta o cuarenta grados con respecto al sustrato. Desde esa percha espera el paso de una presa, que detecta cuando ésta vuela a entre ocho centímetros y un metro y medio de la mosca depredadora. La captura en pleno vuelo insertando su aparato bucal en ella, y regresa entonces a su posadero donde la manipula con sus patas anteriores para posicionarla mejor. Casi siempre elige presas de entre uno y cuatro milímetros de longitud.