Andrias matthewi

Andrias matthewi (Cook, 1917)

1-Agosto-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Manhattan, Museo Americano de Historia Natural, sala Orígenes de los Vertebrados.
Datos de las piezas: AMNH 8361 (mandíbula derecha), recolectada por H. J. Cook en 1939, procedente del sudoeste de Marsland, Nebraska, y AMNH 8651 (vértebra), recolectada por M. Skinner en 1950, procedente del Arroyo de los Huesos, Nebraska.
Leg: Isidro Martínez. Det: American Museum of Natural History.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Amphibia.
Orden: Urodela.
Superfamilia: Cryptobranchoidea.
Familia: Cryptobranchidae.
Género: Andrias.
Especie: Andrias matthewi.

Ésta es una especie extinta de salamandra gigante, que podía alcanzar una longitud aproximada de hasta un metro y ochenta centímetros, considerablemente mayor que el de las especies vivientes, o incluso de hasta dos metros y treinta centímetros extrapolando la longitud de la mayor vértebra hallada hasta el momento (de cuatro centímetros de longitud). Sin duda su aspecto era muy similar al de las especies actuales, con una piel de color parduzco oscuro llena de bultitos y con pronunciados pliegues, patas cortas y robustas y una gran cabeza plana de morro redondeado (aunque más agudo que el de las especies vivientes) y ojillos diminutos. Poseía la apertura del espiráculo cerrada, lo que diferencia a este género de Cryptobranchus. Las similitudes de su cráneo con las de los juveniles de Andrias japonicus son notables, lo que podría indicar una duración de la neotenia más prolongada en la especie fósil (las especies actuales tardan cuatro o cinco años en superar su fase larvaria). Sus maxilas y mandíbulas eran algo menos curvadas que las de cualquier especie viviente de su familia, y podían medir hasta diez centímetros de longitud. No se ha preservado ningún diente completo, pero sí las bases de muchos de ellos, indicando unos trece o catorce dientes por centímetro linear en cada maxila y mandíbula. Las vértebras era subcuadradas y su espina neural terminaba en cartílago.

Vivió durante el Mioceno medio, hace entre dieciséis y trece millones de años, en el interior de Norteamérica, tanto en Canadá como en los Estados Unidos (Colorado y Nebraska). Durante esta época, llamada el óptimo climático del Mioceno, las temperaturas eran entre tres y cinco grados más altas que las actuales y Norteamérica estaba cubierta de densas junglas subtropicales. Habitaba en ríos y canales, no saliendo nunca del agua, y se alimentaba de peces. Durante la época de cría, los machos grandes excavaban un largo túnel horizontal justo por debajo de la orilla del agua. Allí permanecían inmóviles a la espera, atacando ferozmente a cualquier macho rival que pasara cerca, las hembras receptivas entraban en el interior de la guarida, donde desovaban. Cada hembra podía poner unos quinientos huevos en una larga sarta, y a menudo devoraba una parte de los mismos. Los huevos restantes quedaban guardados por el macho que los protegía hasta su eclosión. Sus hallazgos han sido escasos, por el momento se han encontrado tan sólo cinco maxilas, cuatro fragmentos de mandíbula, cinco vértebras y un pequeño fragmento de cráneo. Esto contrasta con la gran abundancia de fósiles completos de otras especies similares como la europea Andrias scheuchzeri.