Acer pensylvanicum

Acer pensylvanicum Linnaeus, 1753

30-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Nueva York, Bronx, Jardín Botánico de Bronx.
Coordenadas: 40°51'41.91"N , 73°52'39.85"W.
Leg: Isidro Martínez. Det: Bronx Botanical Garden.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Sapindales.
Familia: Sapindaceae.
Subfamilia: Aceroideae.
Género: Acer.
Especie: Acer pensylvanicum.

Es un pequeño árbol caducifolio, que no llega a superar los diez metros de altura. Posee un tronco de hasta veinte centímetros de diámetro, cubierto por una corteza vistosa, estriada verticalmente de verde y blanco cuando es joven, pero que se torna parduzca en los ejemplares maduros. Esta corteza le asemeja a varias especies de arces asiáticos con corteza similar (arces de corteza de serpiente), siendo la única especie de este grupo fuera de Asia. La copa es redondeada pero irregular, a menudo con la cima plana. Las hojas son opuestas, trilobuladas, de base cuneada y con los lóbulos mucronados, de margen doblemente aserrado, y dirigidos hacia el ápice, el limbo mide hasta quince centímetros de longitud y doce de anchura y recuerda por su forma a la huella de un ave palmípeda, de ahí el nombre inglés de "goosefoot" (pie de ganso) que recibe la especie. El follaje recién brotado posee tonalidades rosadas, mientras que el follaje otoñal es amarillo brillante. En primavera, hacia el mes de mayo, aparecen las pequeñas flores amarillas, reunidas en racimos péndulos. El fruto es una doble sámara como en todos los arces, que pende de un pedicelo veteado. Cada sámara mide unos tres centímetros de longitud y uno de anchura, incluyendo la núcula. El ala se dispone en un ángulo de ciento cuarenta y cinco grados con respecto a su opuesta.

Este árbol es exclusivo del este de Norteamérica, donde aparece desde el sudeste de Ontario hasta pequeñas poblaciones en reductos montañosos de los Apalaches, al norte de Georgia. Es una especie forestal, que crece a la fresca sombra en lugares húmedos bajo árboles más altos, especialmente en laderas montañosas. A menudo, medra como un mero arbusto durante muchos años hasta que se abre un claro en el bosque por encima de su copa, momento en el que aprovecha la luz para crecer y alcanzar rápidamente porte arbóreo. Cuando el claro de bosque se cierra, el arce florece profusamente, aprovechando la energía acumulada en los años de buena iluminación para producir sus frutos y dispersar sus semillas.