Geranium sylvaticum

Geranium sylvaticum Linnaeus, 1753

1-Agosto-2010.
Europa, España, Aragón, Huesca, Pirineos, Sobrarbe, Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Ordesa.
Leg: Isidro Martínez. Det: Carlos Galán Boluda.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Geraniales.
Familia: Geraniaceae.
Género: Geranium.
Especie: Geranium sylvaticum.

Es una planta herbácea, vivaz, de hasta sesenta y cinco centímetros de altura y sesenta de extensión. Posee un rizoma de hasta un centímetro de diámetro, del que emergen tallos erectos y vellosos. Las hojas son palmatilobadas, con peciolo peloso de hasta veinte centímetros de longitud y limbo de hasta doce centímetros de longitud y dieciséis de anchura, divididas en cinco o siete segmentos profundos, romboidales, de hasta doce milímetros de anchura, con hasta treinta y cuatro agudos lóbulos secundarios en la parte apical de los segmentos. Las inflorescencias son cimas de dos flores, sobre pedúnculos axilares vellosos de hasta siete centímetros de longitud. Las flores son vistosas, con cinco pétalos de hasta veintiún milímetros de longitud y trece de anchura, de color púrpura, malva o azul, según la composición del suelo, y con diez estambres de anteras purpúreas y un estilo ramificado con cinco estigmas purpúreos. Florece de junio a agosto. El fruto es velloso, de hasta tres centímetros y medio de longitud, consistiendo en un pico recto y erecto en cuya base se disponen las cinco semillas protegidas por sus respectivos envoltorios, lisos o con una o dos rugosidades en el ápice.

Se distribuye ampliamente por el norte y centro de Europa y las montañas del sur de Europa, así como en el norte de Turquía. Crece en praderas, bosques de abedules, márgenes de arroyos y otros lugares húmedos y frescos, a entre mil y dos mil cuatrocientos metros de altitud, sobre suelos débilmente ácidos. Al contrario que muchos otros Geranium, no gusta del pleno sol y prefiere crecer en penumbra, de ahí su nombre sylvaticum, que significa que vive en los bosques. Antiguamente se aprovechaban sus flores para producir un tinte de color azul grisáceo.