Furcraea macdougallii

Furcraea macdougallii Matuda, 1955

7-Julio-2016.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, California, San Diego, avenida Pamo, plantada en la calle.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Asparagales.
Familia: Asparagaceae.
Subfamilia: Agavoideae.
Género: Furcraea.
Especie: Furcraea macdougallii.

Es una espectacular planta de aspecto similar a una palmera, con un tronco único, recto y cilíndrico de hasta nueve metros de altura y setenta centímetros de diámetro, en cuyo ápice se abre la copa, de unos cinco metros de diámetro, formada por entre ocho y doce decenas de hojas ensiformes sumamente rígidas que se abren en todas direcciones desde el centro, como un fuego de artificio. Cada hoja mide hasta dos metros y veinte centímetros de longitud y diez centímetros de anchura y es carnosa, coriácea, de textura áspera por ambas caras, ligeramente estrechada en la base la cual es semi-envainante, el ápice agudo termina en una pequeña espina rojiza o amarillenta de hasta un milímetro de longitud, y los márgenes están provistos de agudos dientes curvados hacia delante. Las hojas secas son persistentes en el tronco, y cuando finalmente las más viejas caen, dejan en el tronco una cicatriz característica. La inflorescencia es una panícula erecta, robusta, de hasta nueve metros de longitud, con el eje central provisto de brácteas y de numerosas ramillas que portan sus flores péndulas, cortamente pecioladas, blanquecinas, de hasta cuatro centímetros de longitud y agrupadas en fascículos de dos a cuatro flores. Florece de septiembre a diciembre y fructifica de febrero a mayo. Los frutos son cápsulas triloculares oblongas, de hasta siete centímetros de longitud y tres y medio de anchura, que al madurar se abren liberando abundantes semillas planas, aladas y de color negro brillante, dispuestas en dos filas por cada valva. Como todas las especies de su género, es monocárpica: florece una sola vez en su vida (hacia los cuarenta o cuarenta y cinco años), y una vez los frutos han madurado la planta muere, dejando todo su legado tanto en las semillas como en los abundantes bulbillos o yemas (alrededor de quince mil) que produce en la inflorescencia.

Es endémica de una pequeña zona en el estado mexicano de Oaxaca, concretamente del Río Hondo en el departamento de Yautepec, pero se halla probablemente extinta en su hábitat natural a causa de la extensión de los cultivos de maguey y los incendios. Por fortuna es abundante en cultivo en las regiones tropicales y subtropicales, especialmente las cercanas a su zona de distribución natural (Oaxaca y Puebla). Crecía en laderas con bosque árido, caducifolio y espinoso, sobre suelos arenosos calizos, a entre setecientos cincuenta y mil ochocientos metros de altitud.

Lástima que no vieras esta especie adulta.