Acacia xanthophloea

Acacia xanthophloea Bentham, 1875

10-Julio-2016.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, California, San Diego, North Park, cultivada en un jardín particular.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Fabales.
Familia: Mimosaceae.
Subfamilia: Acacioideae.
Género: Acacia.
Subgénero: Vachellia.
Especie: Acacia xanthophloea.

El llamado "árbol de la fiebre" es una acacia de buen tamaño, un árbol de hasta veinticinco metros de altura, caducifolio o semicaducifolio, de crecimiento rápido y vida corta. Su aspecto resulta muy particular debido a su llamativa corteza de color amarillo verdoso a verde lima, sin fisuras, con un tacto harinoso muy suave un aspecto como de cera. Si se pasa el dedo sobre el polvillo que cubre esta corteza, se revela el color verde que hay debajo. De hecho, la planta puede realizar la fotosíntesis a través de esta extraña corteza, lo que resulta de gran utilidad para poder reducir la superficie de las hojas y así evitar la evaporación en los tórridos lugares donde habita. El epíteto específico xanthophloea significa, precisamente, "corteza amarilla". La copa es más o menos redondeada y las ramas están provistas de fuertes pares de afiladas espinas blancas y rectas, de hasta ocho centímetros de longitud. Las espinas poco a poco van desapareciendo conforme avanza la edad de los árboles. Por encima de cada par de espinas crece una hoja bipinnada, con entre cuatro y siete pares de pinnas, cada una de las cuales porta de diez a diecisiete pares de foliolos de hasta ocho milímetros de longitud y dos de anchura. Las cabezuelas florales pueden ser solitarias o reunirse en pequeños grupos axilares, son de color variable, desde amarillo dorado intenso hasta crema pálido, y emiten una dulce fragancia. Florece de agosto a noviembre. El fruto es una vaina suavemente curvada, dehiscente y de color pardo, de hasta trece centímetros de longitud.

Se halla muy ampliamente distribuida por el continente africano, especialmente por debajo del Ecuador, aunque llega por el norte hasta Kenia y Somalia. Habita principalmente en depresiones y valles donde existe agua subterránea o donde las cuencas reúnen por escorrentía las aguas de las tormentas de verano. También crece en áreas pantanosas, en las orillas de lagos y en los bosques de ribera. Los humedales donde crece este árbol son lugar de cría de numerosos mosquitos transmisores de la malaria, por ello los exploradores asociaron erróneamente las fiebres que contraían a la presencia de la acacia, de ahí el nombre común de "árbol de la fiebre". Sin embargo, en realidad su corteza se utiliza para curar la fiebre. A menudo forma densos bosques monoespecíficos. Es una planta crucial en los ecosistemas africanos, numerosas especies de animales dependen de sus hojas, flores, frutos y corteza para alimentarse, desde los elefantes y jirafas hasta aves, babuinos e insectos.

Te me has adelantado con esta especie, la conseguí silvestre en Tanzania.