Dypsis decaryi

Dypsis decaryi (Jumelle, 1933) Beentje et J. Dransfield, 1995
Sinónimo: Neodypsis decaryi Jumelle, 1933

22-Marzo-2015.
Cautividad. Europa, España, Islas Canarias, provincia de Santa Cruz, Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, avenida Tres de Mayo, en la rotonda frente a El Corte Inglés.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Arecales.
Familia: Arecaceae.
Subfamilia: Arecoideae.
Género: Dypsis.
Subgénero: Neodypsis.
Especie: Dypsis decaryi.

La palmera triangular es una espectacular e inconfundible planta monoica, de crecimiento relativamente rápido, que puede alcanzar hasta quince metros de altura. Su tronco, único y erecto, puede tener hasta cuarenta centímetros de diánetro. Las hojas, de unos dos metros y medio de longitud, son patentes, elegantemente arqueadas cerca del ápice, de color verde glauco, y se disponen en tres perfectas hileras verticales, lo que le da a su copa una forma triangular vista desde arriba. La base de los peciolos está muy ensanchada formando una gran corona de sección triangular con la apariencia de una trenza, de color gris verdoso. Cada hoja posee hasta sesenta pares de foliolos coriáceos, rígidos, de hasta ochenta centímetros de longitud, que forman en la hoja una sección con forma de V estrecha. Las flores son de color amarillo verdoso y pueden producirse durante tosdo el año sobre inflorescencias muy ramificadas, de aproximadamente un metro y medio de longitud, que nacen entre las hojas. Las flores poseen tres pétalos carnosos y elípticos, de unos tres milímetros y medio de longitud, las masculinas poseen seis estambres ligeramente más cortos que los pétalos y las femeninas no han sido descritas por la ciencia, salvo por los restos persistentes que quedan en el fruto. El fruto es negro al madurar, ovoide o globoso, y mide unos dos centímetros y medio de diámetro.

Endémica de una pequeña área en el sur de Madagascar, esta palmera crece en las zonas de bosques áridos o matorrales sobre suelos pedregosos en ligera pendiente, a entre ochenta y seiscientos metros de altitud. Está en peligro de extinción por la tala y los incendios, y se cataloga como Vulnerable, ya que no existen más de un millar de ejemplares salvajes en su hábitat natural. Por fortuna, es muy frecuente en cultivo en los climas subtropicales de todo el mundo. Sus frutos son comestibles para los humanos y también son apreciados por la fauna nativa, como los loros negros y lémures de cola anillada, dispersores naturales de sus semillas.

Añado una imagen de esta especie (ahora incluida en el género Chrysalidocarpus) tomada en libertad en el extremo sudeste de Madagascar.

Más información en: https://taxateca.com/ordenarecales.html