Chloris gayana

Chloris gayana Kunth, 1829

28-Agosto-2010.
Cautividad. Europa, España, Comunidad Valenciana, Valencia, Jardín Botánico de la Universidad de Valencia.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Valencia.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Cyperales.
Familia: Poaceae.
Subfamilia: Chloridoideae.
Género: Chloris.
Especie: Chloris gayana.

Es una gramínea perenne, estolonífera, de más de un metro de alto, cuando crece con apoyo llega excepcionalmente hasta los tres metros de alto. Su tallo es glabro, con los nudos aplanados. Las hojas, como en todas las gramíneas, se componen de dos partes muy diferenciadas: la vaina foliar, que crece abrazando el tallo, y la lámina o limbo, que forma un marcado ángulo con ella, en el punto donde se unen ambas partes hay una lígula muy corta, membranosa y ciliada, de medio milímetro de longitud. La vaina foliar mide hasta catorce centímetros y medio de longitud y su punta es áspera o vellosa, las vainas foliares del extremo de los tallos son más cortas que los correspondientes entrenudos. El limbo es aplanado, de hasta cincuenta y cinco centímetros de longitud y uno de anchura, de tacto áspero y generalmente algo pelosas cerca de la base. Posee inflorescencias de hasta treinta centímetros de altura, formadas por entre siete y veintidós espigas de hasta quince centímetros de longitud, reunidas en una umbela simple o raras veces doble, como las varillas de un paraguas. Estas espigas se dirigen al principio todas hacia arriba y conforme madura la inflorescencia se van abriendo y separando. Cada espiga está formada por una hilera de numerosas espiguillas imbricadas, y cada espiguilla, de apenas unos milímetros de longitud, contiene una, o muy raramente dos, flores fértiles hermafroditas bien desarrolladas, seguidas de hasta cuatro flores solamente masculinas o flósculos estériles. La espiguilla posee las glumas de uno a tres milímetros de longitud, ásperas, la segunda de ápice aristado, la lema es más larga que las glumas y lanceolada, con una larga arista áspera, y la pálea es tan larga como la lema, terminada en dos puntas.

Esta planta, nativa de África tropical, es ampliamente cultivada en diversos lugares de clima cálido como forrajera, por lo cual se ha naturalizado en muchos lugares, como en Sudamérica. Habita en zonas áridas, pastizales y matorrales, donde a veces forma extensas colonias monotípicas. Sus raíces muy profundas le permiten extraer agua hasta más de cuatro metros por debajo de la superficie, lo que la hace muy resistente a la sequía. Tiene un excelente valor forrajero y constituye un recurso importante para los agricultores que poseen suelos pobres.