Hura crepitans

Hura crepitans Linnaeus, 1753

25-Marzo-2015.
Cautividad. Europa, España, Islas Canarias, provincia de Santa Cruz, Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, Parque García Sanabria.
Coordenadas: 28°28′20″N, 16°15′15″O.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Malpighiales.
Familia: Euphorbiaceae.
Subfamilia: Euphorbioideae.
Género: Hura.
Especie: Hura crepitans.

El jabillo o solimán es la especie tipo de las dos que conforman el género Hura. Es un gran árbol perennifolio (a veces caducifolio, en los ejemplares cultivados en climas no idóneos), de hasta sesenta metros de altura y de copa amplia. Posee un tronco erecto cuya corteza, lisa y de color gris parduzco con lenticelas negras, está densamente cubierta de afiladas espinas cónicas. La base del tronco suele estar provista de contrafuertes, como es típico de muchos grandes árboles tropicales. Posee hojas alternas, de ovaladas a acorazonadas, coriáceas, de cinco a veinte centímetros de longitud y de cuatro a quince de anchura, con la base acorazonada, el margen entero o dentado y el ápice acuminado, y con los nervios secundarios muy prominentes y paralelos entre sí. El peciolo mide de diez a trece centímetros de longitud, en el punto de inserción del peciolo con el limbo posee un par de glándulas de color oscuro. Las inflorescencias masculinas consisten en racimos péndulos y compactos de hasta cinco centímetros de longitud más un pedúnculo de cinco a diez centímetros de longitud, mientras que las flores femeninas son solitarias y se sitúan sobre pedúnculos de hasta dos centímetros de longitud. Las flores masculinas poseen de ocho a veinte estambres, y las femeninas un estilo tubular terminado en un estigma en forma de paraguas. En ambos casos, las flores son de color rojo-granate, apétalas y poco vistosas, y aparecen en el mismo árbol (es decir, es una especie monoica), pero las inflorescencias masculinas aparecen en el extremo de las ramas, y las flores femeninas se disponen lateralmente sobre las ramillas. Florece y fructifica durante todo el año. El fruto es una cápsula muy grande, de cinco a nueve centímetros de diámetro, globosa y de color parduzco, similar a una pequeña calabaza, dividida en dieciséis valvas leñosas y muy duras. La característica más peculiar de esta especie, y que le da el nombre de crepitans, es que estos frutos explotan al madurar, produciendo un sonoro estallido y lanzando de este modo sus semillas lejos a una velocidad de hasta setenta metros por segundo. Las semillas son aplanadas, redondas, de unos dos centímetros de diámetro, y germinan entre diez y cuarenta días después de la siembra, conservándose viables hasta quince meses.

Se distribuye ampliamente por las regiones tropicales de América, desde Nicaragua hasta Perú y en las Antillas, siendo especialmente frecuente en las cuencas del Amazonas y el Orinoco. Habita en las junglas tanto lluviosas como secas, desde el nivel del mar hasta los mil cuatrocientos metros de altitud, sobre suelos fértiles y bien drenados. Es bastante valorada por su madera, pesada y compacta. Es una planta muy venenosa, y antiguamente, los indios caribes utilizaban su látex para envenenar las puntas de sus flechas. Sus semillas, aunque tóxicas para muchos animales (incluyendo los humanos), forman parte importante de la dieta de ciertos loros y monos.