Atolmis rubricollis

Atolmis rubricollis (Linnaeus, 1758)

4-Julio-2015.
Europa, España, Aragón, Huesca, Pirineos, Alto Gállego, Sallent de Gállego, en la senda que va desde el Embalse de La Sarra hasta el Refugio de Respomuso, paralela al río Aguas Limpias.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Lepidoptera.
Suborden: Glossata.
Superfamilia: Noctuoidea.
Familia: Arctiidae.
Subfamilia: Lithosiinae.
Género: Atolmis.
Especie: Atolmis rubricollis.

Es una pequeña polilla de entre dos y medio y tres y medio centímetros de envergadura alar, de color principalmente negro carbón o marrón muy oscuro (los individuos recién emergidos son de un negro profundo), pero posee una notable banda de escamas rojo anaranjadas que cubre el pronoto. Las alas anteriores tienen el extremo truncado, subcuadrado. Las alas posteriores son oscuras, pero más pálidas que las anteriores. Las antenas y patas son también negras, pero la parte posterior del abdomen es de color amarillo dorado. Las alas se enrollan densamente alrededor del cuerpo cuando el animal se encuentra en reposo. En Rumanía se encuentran ejemplares en los que el collar del pronoto es amarillo claro en lugar de rojo o naranja. La oruga mide hasta dos centímetros y medio de longitud y es vellosa, de color grisáceo con manchas más pálidas, y con la cápsula cefálica negra atravesada por una conspicua banda diagonal blanca a cada lado, y con seis pequeñas verrugas rojas o anaranjadas en cada segmento del cuerpo, de cada verruga emergen pelos negros.

Se distribuye por el norte y centro de Europa y el norte de Asia, por el este hasta el río Amur, y también en localidades montañosas del Mediterráneo. Los imagos vuelan de mayo a agosto, principalmente en zonas boscosas, y son de actividad nocturna, aunque a veces pueden volar de día y pueden verse libando flores al atardecer. Les gustan los valles frescos con cursos de agua, situados en zonas montañosas y con abundancia de bosques, sobre todo de píceas, pero también de pinos, robles o hayas. Las hembras fecundadas ponen sus huevos blancos en pequeños grupos en las grietas de las ramas de variados árboles, sobre todo en viejos abetos. Su larva se alimenta de líquenes epífitos. Hacia el mes de octubre se transforman en crisálidas, situadas en un capullo poco denso semienterrado entre el musgo y la hojarasca, y pasarán el invierno en este estado.