Erica brachialis

Erica brachialis Salisbury, 1802

7-Febrero-2015.
Cautividad. África, República Sudafricana, El Cabo Occidental, Ciudad del Cabo, Montaña de la Mesa, Jardín Botánico de Kirstenbosch.
Leg: Juan Pablo Martínez. Det: Botánico de Kirstenbosch.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Ericales.
Familia: Ericaceae.
Subfamulia: Ericoideae.
Género: Erica.
Especie: Erica brachialis.

Es un arbusto leñoso, erecto, de crecimiento lento y de vida muy larga, que mide hasta dos metros de altura. Las plantas más viejas pueden desarrollar un tronco de hasta cuarenta centímetros de diámetro en su base (que es el caso del especimen más viejo que se conoce, de unos tres siglos de edad). Las ramas son numerosas, rígidas y densamente cubiertas de hojas. Las flores son grandes, tubulares, de un centímetro y medio de longitud, al abrirse son de un verde brillante y se van volviendo amarillo pálido conforme maduran. Son firmes y levemente pegajosas, y se agrupan en umbelas de una a seis flores. El tubo de la corola es suavemente velloso tanto por el exterior como por el interior. Los estambres están totalmente insertos, pero el estigma sobresale ligeramente de la corola. Las flores marchitas no caen, sino que se arrugan y se vuelven marrones permaneciendo en la planta durante muchos meses, mientras se desarrollan los frutos. Florece de enero a marzo.

Puede verse a esta especie sudafricana desde la Bahía de Gordon hasta el Cabo Hangklip, y en la península del Cabo desde la Bahía de Camps hasta la Punta del Cabo, aunque las poblaciones de la Bahía de Camps y Llandudno han sido exterminadas. Habita en laderas rocosas y colinas costeras, en suelos de granito o arenisca. Nunca crece muy lejos del mar, y en algunas zonas puede encontrarse creciendo entre las rocas salpicadas por el oleaje, sin que ello afecte a la salud de esta planta. Posee una gran capacidad de rebrote, lo que le ayuda a regenerarse si se rompen las ramas, pero al contrario de lo que cabría esperarse, no le ayuda frente al fuego, que suele matar por completo toda la planta. Al contrario que la mayoría de los brezos, su floración es poco profusa por lo que produce pocas semillas. Es también inusual dentro de su género porque mantiene sus ovarios y semillas en la planta durante sólo una estación o poco más después de que hayan madurado, cuando lo habitual en los brezos es que las mantengan más de un año, en algunas hasta diez años. Es una especie en peligro de extinción, que sólo posee seis pequeñas y fragmentadas poblaciones entre todas las cuales suman menos de quinientos ejemplares silvestres, y su número está en descenso. El desarrollo urbanístico es la principal causa de esta situación, y ya ha exterminado algunas poblaciones cercanas a Ciudad del Cabo. La invasión de flora exótica, el aumento excesivo de los incendios y la construcción de viviendas asedian a las poblaciones que quedan.

Muy interesantes tus nuevas Erica.