Galerida theklae

Galerida theklae Brehm, 1857

6-Octubre-2014.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Peñaflor de Gállego, en una estepa yesosa colindante con un campo de cultivo.
Leg: Isidro Martínez. Det: Hailstorm Project.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Passeriformes.
Suborden: Oscines.
Superfamilia: Sylvioidea.
Familia: Alaudidae.
Género: Galerida.
Especie: Galerida theklae.

La cogujada montesina es un pájaro de pequeño tamaño, con quince a diecisiete centímetros de longitud, levemente menor que la alondra común y que la cogujada común. El plumaje es de tonos pardo grisáceos por la parte superior y blanquecinos por la inferior. El obispillo pardo contrasta con las rectrices rojizas. Carece de dimorfismo sexual. Los juveniles tienen un dorso moteado de blanco y oscuro que da al plumaje una apariencia mucho más contrastada que en los adultos. El autor de la especie, Alfred Edmund Brehm, dedicó esta ave a su hermana recientemente fallecida, Thekla Brehm.

Se asemeja mucho a la cogujada común (Galerida cristata), pero esta última especie es de tamaño mayor, pico más largo y esbelto, no hay contraste de color entre el obispillo y la cola, el moteado del pecho es más grande y difuso, la parte inferior de las alas es más rosada que grisácea, y también existen diferencias en la altitud a la que vive y el hábitat, siendo mucho más adaptable a terrenos cultivados que la Galerida theklae. El canto de la cogujada montesina es más blando y aflautado que el de la común.

Se distribuye ampliamente por todo el norte de África, desde Senegal hasta Somalia, así como en la Península Ibérica. Habita en matorrales abiertos, praderas áridas, estepas y pseudoestepas, caminos y más raramente en piornales u otros matorrales espesos. Se divide en doce subespecies. Es un ave sedentaria, más común a partir unos mil metros de altitud. Suele vérsela en parejas o, tras la cría, en pequeños grupos familiares. Se alimenta de semillas, y durante la época de cría, también de insectos que captura en el suelo. Suele subir a un posadero por encima del suelo, como un matorral o una roca, para cantar desde allí, también es frecuente que cante volando a gran altura sobre el suelo, pero no canta durante el ascenso o el descenso, a diferencia de la alondra común. Anida en el suelo, donde la hembra pone de dos a seis huevos blancos profusamente moteados de pardo en un nido de hierbas y raíces protegido por algún matorral.