Falco peregrinus

Falco peregrinus Tunstall, 1771

2005.
Cautividad. Europa, España, Comunidad Valenciana, Castellón, entre Peñíscola y Benicarló, en una finca particular.
Det: Isidro Martínez. Leg: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Accipitriformes.
Suborden: Falcones.
Superfamilia: Falconoidea.
Familia: Falconidae.
Subfamilia: Falconinae.
Género: Falco.
Especie: Falco peregrinus.

El halcón peregrino o halcón común es la especie tipo y la más conocida de todo el género Falco, y también la de más amplia distribución, ya que es cosmopolita. De hecho, es también la más ampliamente distrubuida de todas las aves de presa. Su tamaño es variable pero es bastante grande, del mismo tamaño aproximado que un cuervo, midiendo entre treinta y cuatro y cincuenta y ocho centímetros de longitud dependiendo de la subespecie y el sexo, con una envergadura alar de entre ochenta y ciento veinte centímetros. Los machos son más pequeños que las hembras. Sus partes superiores son negras y grises, barradas en el dorso y las alas. Las partes inferiores son blancas o color crema, densa y finamente moteadas y barradas de negro. En la cabeza, debajo del ojo parte una "bigotera" ancha y redondeada muy típica de la especie. La cera del pico, el anillo ocular y las patas son de color amarillo. El pico en sí es negro grisáceo y posee, como todos los halcones, un diente tomial. Los juveniles tienen un plumaje más pardo, con la parte inferior más moteada que barrada, y las zonas desnudas de plumas (cera, anillo ocular, patas) son grises en vez de amarillas.

Se distribuye por todo el planeta, desde el Ártico hasta la Patagonia, y tan sólo se halla ausente de las extensiones de hielo (como en Groenlandia), donde lo sustituye el halcón gerifalte, las selvas tropicales (como en la mayor parte de Brasil) donde lo sustituyen los halcones aletos (género Micrastur), y las zonas montañosas de gran altitud como el Tíbet. La única gran extensión de tierra habitable donde se halla ausente es Nueva Zelanda, donde lo sustituye el halcón maorí (Falco novaeseelandiae). Las poblaciones más septentrionales son migratorias, lo que da el nombre a la especie. Se divide en numerosas subespecies a lo largo y ancho del planeta, cuyo número exacto depende del criterio de cada autor, generalmente se reconocen de dieciséis a diecinueve. Es adaptable a casi todo tipo de hábitats salvo los mencionados arriba donde está ausente: puede aparecer desde en espacios naturales hasta en grandes ciudades, donde anida en los edificios y se alimenta de palomas. Actualmente no se encuentra bajo categoría alguna de amenaza y es una especie común, pero en el pasado sus poblaciones llegaron a estar amenazadas debido al uso del DDT como insecticida, el cual se acumulaba en las semillas que ingerían sus presas, las cuales transmitían el veneno al halcón, y las hembras de halcón ponían huevos muy frágiles o inviables a causa de este veneno. Llegó a extinguirse de extensas zonas como el este de Estados Unidos y Bélgica. Por fortuna, este producto ya se ha prohibido. También los expolios de nidos para cetrería, como el que Félix Rodríguez de la Fuente llevó a cabo sistemáticamente acabando con toda la población de halcones de Castilla, han disminuido mucho por la fuerte legislación protectora. La protección de sus lugares de anidamiento y los programas de cría en cautividad han ayudado también a que vuelva a ser una especie abundante.

El halcón peregrino se alimenta casi exclusivamente de aves, y tan sólo en ausencia de éstas capturará otros tipos de presas como roedores, lagartos e insectos. La grasa de mamífero es perjudicial para su salud. En vuelo normal, puede alcanzar hasta cien kilómetros por hora, pero cuando se abate en picado para cazar una presa, llega a alcanzar la increíble velocidad de más de trescientos kilímetros por hora, lo cual lo convierte en el animal más rápido del mundo. Para minimizar la presión del aire a esta velocidad, que podría reventar sus pulmones, el halcón peregrino tiene un tubérculo óseo en sus fosas nasales, que desvía las corrientes de aire. Cuando alcanza la pesa en el aire, la aturde o la mata con el golpe, y después, cuando la presa está cayendo, vuelve para recogerla, salvo que sea una presa muy grande, en cuyo caso la deja caer primero a tierra y luego desciende para alimentarse. Es monógamo y se empareja de por vida, el cortejo incluye complicados vuelos acrobáticos con espirales y ochos, así como el paso de una presa capturada por el macho y recibida por la hembra, que la recoge volando del revés, es decir, con la espalda hacia el suelo. Anida en oquedades y salientes en cortados rocosos o en el suelo, sin construir ningún nido, también anida en estructuras artificiales humanas. Las parejas aprovechan cada año el mismo punto de anidamiento, pero cada pareja puede tener varios nidos. Defienden su territorio de anidamiento contra otros peregrinos, así como águilas, córvidos, etc. La hembra pone de uno a seis huevos de coloración variable según la subespecie. Ambos sexos incuban los huevos pero el papel de la hembra es mucho mayor en esta labor, y por la noche ella es la única que lo hace. Cuando nacen los polluelos, la hembra se queda permanentemente cubriéndolos y el macho se encarga de traer la comida para ella y para sus hijos, siendo la hembra la que los alimenta. Los polluelos se independizan hacia los dos meses de edad.

Un ejemplar entremudado, que conserva parches de plumas marrones propias de juvenil y muestra ya algunas zonas gris azulado propias del adulto, en cautividad en la finca de Castellón:


Ejemplar salvaje volando con una presa (un ave limícola) sobre los bosques de la ciudad noruega de Bergen: