Ensina sonchi

Ensina sonchi (Linnaeus, 1767)

11-Octubre-2014.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Aranda, Sierra del Moncayo, Purujosa, en un camino, sobre la flor de una asterácea.
Leg: Isidro Martínez. Det: Ben Hamers.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Diptera.
Suborden: Brachycera.
Superfamilia: Tephritoidea.
Familia: Tephritidae.
Subfamilia: Tephritinae.
Género: Ensina.
Especie: Ensina sonchi.

Una pequeña mosca de hasta tres milímetros y medio de longitud corporal. Su cuerpo es regordete y en él se mezclan de forma equilibrada los colores gris y amarillo pálido. La cabeza es tan alta como ancha, con la cara cóncava, provista de bien marcados surcos antenales. Antenas tan largas como la cara, y ojos redondos y vivamente coloreados. Las patas son amarillentas, con fémures esbeltos y unicolores. Las alas son casi enteramente hialinas, salvo por bandas oscuras muy reducidas y fusionadas. El abdomen es ovalado, ligeramente aplanado, con bandas transversas pardo oscuras que pueden estar interrumpidas en su parte media. La hembra tiene un ovopositor subcónico de color oscuro, que sobresale en el extremo del abdomen.

Es la especie tipo del género Ensina. Las características que diferencian a esta especie de otras similares son: Setas orbitales posteriores reclinadas, setas verticales exteriores acuminadas, setas postocelares y postverticales lanceoladas y pálidas (las postverticales diminutas o ausentes). Setas postoculares lanceoladas. Probóscide alargada y geniculada.

Se distribuye por todo el Paleártico, desde las Islas Británicas hasta Japón, al sur hasta el Norte de África. Ha sido introducida en Etiopía, en Taiwán, en las islas Filipinas, en las islas Hawaii y en Sudamérica, donde se describió como un género diferente hasta que se descubrió que se trataba de variaciones de la misma especie. Habita en praderas y otros espacios abiertos. Está asociado a diversas especies de asteráceas, en cuyos capítulos florales se encuentran los adultos, que pueden observarse de mayo a octubre. Las larvas provocan agallas en el involucro de numerosas especies de asteráceas.