Erethizon dorsatum

Erethizon dorsatum (Linnaeus, 1758)

14-Agosto-2013.
Cautividad. Europa, República Checa, Praga, Zoo de Praga.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Synapsida.
Orden: Rodentia.
Suborden: Hystricomorpha.
Familia: Erethizontidae.
Subfamilia: Erethizontinae.
Género: Erethizon.
Especie: Erethizon dorsatum.

El ursón, o puercoespín arborícola, es uno de los roedores más conocidos de Norteamérica, quizá el que más después del castor. Esto parece estar en relación directa con su tamaño, ya que también es el segundo roedor más grande de Norteamérica después del castor. Pesa hasta un máximo de dieciocho kilos y mide hasta un metro y veinte centímetros de longitud, una cuarta parte de la cual corresponde a la cola. Los machos son mas grandes que las hembras. Tiene un cuerpo rechoncho, una cara pequeña con ojillos de botón, patas cortas y una cola corta y gruesa. Su pelaje es de color pardo oscuro a negro, con puntas blancas, y en su parte superión está erizado de largas púas finas, rectas y huecas que tienen su origen en pelos modificados. Estas espinas se desprenden de la piel con facilidad y se quedan clavadas en la carne del depredador que osa atacar al ursón, ya que están provistas de bárbulas invertidas como los dientes de una sierra. Desmintiendo un mito común, el ursón no puede, sin embargo, lanzar sus espinas a distancia.

Se distribuye por Canadá, Alaska y el noroeste de Estados Unidos, llegando al norte hasta el Ártico y al sur hasta la frontera mexicana, dividiéndose en siete subespecies a lo largo de este territorio. Llegó a Norteamérica hace unos tres millones de años, tras la formación del itsmo de Panamá, partiendo de una familia típicamente sudamericana. Es un animal eminentente forestal, que habita tanto en bosques de coníferas como de latifolios y mixtos, aunque también puede llegar a adaptarse a zonas de matorral, tundra y desierto. Es de hábitos solitarios, y activo principalmente de noche. Camina con movimientos lentos e indolentes en las ramas de los árboles, incluso las que son demasiado finas para aguantar su peso, por lo cual se cae a menudo, y para evitar herirse con el golpe con sus propias púas, su piel posee antibióticos, algo único entre los mamíferos norteamericanos. Se alimenta de brotes, raíces, cortezas, bayas y flores, siendo muy selectivo en su alimentación y eligiendo tan sólo los mejores bocados, incluso aunque tenga que trasladarse grandes distancias para ello. Tiene muy buena memoria, y procura recordar las rutas precisas hacia sus fuentes de alimentación predilectas. En invierno se conforma con agujas de coníferas y cortezas de árboles. Sitúa su dormidero en el agujero de un árbol o, si no los hay disponibles, en una madriguera entre rocas. No hiberna, pero duerme más durante el invierno y no se aleja mucho de su refugio en esa época. Copulan en otoño y la cría, generalmente única por parto, nace en primavera y sus espinas se endurecen tan sólo unas pocas horas después. La cría permanece durante el día bien oculta en el suelo, alejada de su madre, y se reúnen por la noche, momento en que la madre le alimenta. La madre cada vez se aleja más del refugio de su cría y hacia mediados de octubre ya no vuelve a verla y debe apañárselas solo. El padre generalmente no tiene ninguna relación con las crías que ha engendrado.

Por suerte, el ursón es todavía abundante a lo largo de toda su área de distribución, sin embargo, se le caza y mata con venenos y otros medios, sin ningún tipo de regulación, allá donde se encuentre, debido a nuestra brutal mentalidad de considerar que todo ser vivo del planeta es una plaga. El ursón puede deformar el crecimiento futuro de la madera de los árboles en los que se alimenta, y las industrias de carpintería son tan increíblemente egoístas como para considerar esto como un problema y tienen tanto valor como para tildar de "plaga" a este animal. Además, el ursón realiza grandes esfuerzos y largas travesías para consumir sal, por lo que a menudo muerde y estropea objetos humanos que tengan rastros de sal, como sucede a menudo con estructuras de las casas. Eso le ha valido el injustificado odio de una gran parte de la población humana norteamericana.