Entomoscelis adonidis

Entomoscelis adonidis (Pallas, 1771)

20-Mayo-2007.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Peñaflor de Gállego, Vedado de Peñaflor.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Chrysomeloidea.
Familia: Chrysomelidae.
Subfamilia: Chrysomelinae.
Género: Entomoscelis.
Especie: Entomoscelis adonidis.

Un llamativo escarabajo de hasta un centímetro de longitud, con cuerpo convexo y élitros subparalelos. Las patas, antenas y parte inferior del cuerpo son negras, la cabeza es escarlata con el clípeo negro, el pronoto es escarlata con una anmplia banda negra en su centro y un pequeño punto negro a cada lado, y los élitros son escarlatas con una amplia banda negra que no alcanza los extremos humeral ni apical, además de la sutura elitral negra que no llega hasta el escutelo, el cual es negro. La larva madura mide trece o catorce milímetros de longitud y es parda por su parte superior y amarillo rojiza por la inferior.

Se distribuye por Europa, Asia Menor, Mongolia, Siberia y el norte de China, pero ha sido introducida en Norteamérica, donde puede suponer un peligro para la pureza genética de la especie nativa de allí, Entomoscelis americana. Habita en zonas esteparias y subesteparias. Tanto los adultos como las larvas se alimentan de Adonis (como sugiere su epíteto específico) así como de diversas especies de crucíferas (Brassicaceae). Inverna como huevo, de color rojizo y forma ovalada, entre la hojarasca del suelo, y en abril o mayo nacen las larvas de la nueva generación y suben a sus plantas nutricias, de las que devoran las hojas respetando la venación. A finales de primavera la larva se entierra entre cinco y quince centímetros de profundidad en el suelo para crisalidar, y a inicios de verano emergen los imagos, que se alimentan de hojas y flores de crucíferas, y si las temperaturas son muy elevadas, se entierran para estivar, lo que suele suceder en el sur de su área de distribución. A finales de verano salen de su estivación en el caso de que ésta suceda, y comienzan a alimentarse de nutritivas semillas de los frutos inmaduros de las crucíferas, las hembras pueden así transmitir estos nutrientes a sus huevos, que pone en número de hasta doscientos cincuenta en la superficie del suelo.