Carphalea kirondron

Carphalea kirondron Baillon, 1878
Sinónimo: Dirichletia kirondron (Baillon, 1878) Vatke, 1885

Diciembre-2004.
Cautividad. Asia, Ceilán, Kandy, Peradeniya, Real Jardín Botánico de Peradeniya.
Leg: María Pitarch. Det: Cardon.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Gentianales.
Familia: Rubiaceae.
Subfamilia: Rubioideae.
Género: Carphalea.
Subgénero: Dirichletia.
Especie: Carphalea kirondron.

Este arbusto o arbolito perennifolio alcanza una altura de unos cinco metros. Posee hojas simples, lanceoladas y opuestas (decusadas), con peciolo de hasta dos centímetros de longitud y limbo de cuatro a diez centímetros de longitud y de dos a cinco de anchura, coriáceas y de color verde oscuro brillante, con la base cuneada, el margen entero y el ápice acuminado. En los extremos de las ramas produce densas panículas de diez a veinticinco centímetros de diámetro, muy vistosas, con cálices persistentes zigomorfos, agrandados, de cuatro sépalos de color magenta brillante (con la punta verde) que se extienden en un mismo plano, siendo el mayor de ellos de un centímetro y medio de longitud y opuesto al más corto, y corolas tubulares muy esbeltas, de color rojo y de un centímetro y medio de longitud, que en su estremo se abren en cuatro pétalos blancos reflejos, alcanzando medio centímetro de diámetro. Todas las flores poseen estambres y estilo, pero funcionalmente es monoica, ya que unas flores poseen el estilo más largo que los estambes y cumplen el papel femenino, y las otras tienen los estambres más largos que el estilo y cumplen el papel masculino. De este modo evitan también la autogamia. El fruto es indehiscente, obcónico, embutido dentro del cáliz persistente, y contiene una sola semilla.

Como las restantes especies de su género, es endémica de Madagascar. Esta especie concreta se reparte por el oeste de la isla. Habita en los bosques secos y matorrales áridos, un entorno poco habitual entre las rubiáceas malgaches, que suelen ser más propias de selvas húmedas. Sin embargo, exige cierto nivel de humedad en el sustrato, y sólo soporta las sequías durante breves periodos. Florece durante todo el año, y debido a la belleza y persistencia de sus inflorescencias, últimamente está aumentando su cultivo como ornamental en los trópicos, aunque sigue siendo escasa como tal debido a la dificultad de su propagación. Los vistosos cálices rojos pueden durar varios meses en la planta con aspecto lozano e intacto.