Cryptocephalus rugicollis

Cryptocephalus rugicollis (Olivier, 1781)

23-Abril-2007.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, en la ciudad, cerca de la ribera del río Gállego.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Chrysomeloidea.
Familia: Chrysomelidae.
Subfamilia: Cryptocephalinae.
Género: Cryptocephalus.
Especie: Cryptocephalus rugicollis.

Es una especie de tamaño medio dentro del género, con entre tres y medio y cinco y medio milímetros de longitud corporal, siendo las hembras ligeramente mayores que los machos. Tiene la cabeza, pronoto y patas de color negro. Las antenas son largas y finas, formadas por once segmentos. Los ojos son grandes. El pronoto es cortamente velloso en los ángulos frontales, y tiene una característica escultura de puntos alargados densos, a menudo fusionados formando surcos, lo que permite diferenciar a esta especie del muy similar pero más pequeño Cryptocephalus baeticus. El escutelo es negro. Los élitros son pilosos, de color naranja, con una mancha negra humeral y otra apical, que pueden conectarse formando una línea (especialmente en las hembras), y además hay una tercera mancha de menor tamaño en la base del élitro. A menudo las manchas negras están reducidas y sólo permanece la humeral. La cara inferior del cuerpo es negra.

Se distribuye por el norte de África, la península Ibérica, el sur de Francia, Italia, las islas tirrénicas y Turquía, y se divide en al menos tres subespecies. En muchos lugares es la especie más abundante del género con diferencia, visitando a menudo incluso entornos rurales o semiurbanos como solares. Aparece de mayo a junio en praderas y estepas, herbazales y prados efímeros, y se encuentra preferentemente sobre las flores de asteráceas amarillas, como Crepis, Sonchus o Taraxacum. Tras la cópula, la hembra produce sus huevos que va recubriendo uno por uno con sus propios excrementos ayudándose de sus patas posteriores conforme salen de su cuerpo. Los huevos protegidos por esta envoltura son dejados caer y al eclosionar, las larvas abren un orificio para emerger y conservan la cáscara de excremento materno a la cual van añadiendo el suyo propio conforme crecen, formando finalmente un estuche en forma de saco. La larva se alimenta de materia vegetal muerta en el suelo.




Un Cryptocephalus rugicollis junto a dos Exosoma lusitanicum:


Escena muy llamativa donde en una sola pequeña cabezuela de Sonchus tenerrimus están copulando una pareja de Cryptocephalus rugicollis y otra de Psilothrix viridicoerulea mientras pegada a ambos, esperando a que hagan algún movimiento en falso, se sitúa, grande pero invisible, la araña Thomisus onustus: