Crossopriza pristina

Crossopriza pristina (Simon, 1890)

18-Marzo-2007.
Europa, España, Madrid, Leganés, Parque Polvoranca.
Leg: Isidro Martínez Det: Laura Collado.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Arachnida.
Orden: Araneae.
Suborden: Araneomorphae.
Superfamilia: Pholcoidea.
Familia: Pholcidae.
Subfamilia: Holocneminae.
Género: Crossopriza.
Especie: Crossopriza pristina.

Esta araña es la especie tipo de las veintidós que conforman el género Crossopriza. Sus largas y finas patas alcanzan hasta seis centímetros de longitud, con un cuerpo de siete milímetros como máximo. Su abdomen u opistosoma es cuadrado en vista lateral, mientras que su prosoma o cefalotórax es redondo acorazonado visto desde arriba. El cefalotórax es de color pálido con una franja central oscura, y el abdomen tiene una coloración jaspeada en gris parduzco claro y oscuro, con una marca longitudinal parduzca irregular en el centro del abdomen, rodeada de blanquecino y de cuatro manchas alargadas negruzcas. El primer par de patas del macho posee una hilera de unas treinta espinas en la cara ventral del fémur, mientras que las patas de la hembra carecen de espinas. Tiene seis ojos en un área ocular ligeramente elevada. Los pedipalpos del macho son muy bulbosos, brillantes y de color caramelo. En estos palpos, el paracymbium es corto y grueso, con un esclerito ventral corto y un distintivo apéndice retrolateral. Los quelíceros del macho poseen jorobas esclerotizadas bajas cerca de la línea mediana en la base, mientras que cerca de la punta poseen un par de apófisis frontales, cada una con un gran pelo modificado cónico, también en los quelíceros del macho se encuentran dos tipos de órganos productores de sonido, de los que carece la hembra. El epigino de la hembra es ancho y corto.

Tiene una distribución cosmopolita, aunque parece ser originaria del este de África y la península Arábiga. A menudo se halla en edificios humanos. Como es habitual en esta familia, teje telarañas finas e irregulares por los rincones y espera en ellas colgando, inmóvil, hasta que una presa cae en la tela, entonces la araña envuelve con seda al insecto, lo paraliza y lo succiona. Tras la reproducción, la hembra pone los huevos esféricos, formando una bola, los sujeta luego con algo de seda muy tenue y acarrea la bola de huevos con los quelíceros allá donde vaya hasta que nazcan las crías. Algunos de estos huevos son estériles y a veces su progenitora los usa como alimento.