Crocus serotinus

Crocus serotinus Salisbury, 1806

6-Noviembre-2010.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, cultivada en mi jardín. Planta recibida por correo el 26 de noviembre de 2009 desde Pontevedra por Cosimo.
Leg: Isidro Martínez. Det: Cosimo.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Asparagales.
Familia: Iridaceae.
Subfamilia: Crocoideae.
Género: Crocus.
Especie: Crocus serotinus.

Pequeña planta bulbosa que alcanza de seis a doce centímetros de altura. Posee un bulbo solitario o raramente estolonífero, sólido, subesférico, de color ocre, de entre ocho y dieciséis milímetros de diámetro, con las túnicas internas papiráceas y las externas fibrosas, con las fibras paralelas o entrecruzadas. De su bulbo emergen las entre tres y siete hojas acintadas, largas y finas, de hasta veinticinco centímetros de longitud y cuatro milímetros de anchura. En otoño, a menudo al mismo tiempo que las hojas (o poco antes, dependiendo de la subespecie), produce de una a tres flores por cada bulbo, éstas son de color lila rosado, a veces con nervios más oscuros por la parte externa, con un tubo del perianto corto o largo según la subespecie (de dos a doce centímetros de longitud), seis tépalos de dos a seis centímetros de longitud y de medio a uno y medio de anchura, la garganta pubescente y a menudo amarilla pálida, tres largos estambres libres, amarillentos, con anteras lineares amarillas de diez a dieciocho milímetros de longitud, y un estilo anaranjado tanto o más largo que los estambres, dividido en tres ramas fimbriadas. En la subespecie nominal, las flores son perfumadas. El fruto es una cápsula elíptica, de doce a quince milímetros de longitud, subterránea, trilocular, que contiene semillas ovaladas, pardas, de hasta cuatro milímetros de longitud y tres de anchura.

Se distribuye por la península Ibérica (a excepción de los Pirineos) y el norte de África (cercanías de Tánger y en el Rif), y se divide en tres subespecies. Habita en terrenos pedregosos, suelos arenosos, pastizales y pinares abiertos, siendo más frecuente en las zonas umbrías y no demasiado secas, tolerando incluso en encharcamiento, desde el nivel del mar hasta los mil novecientos metros de altitud.