Coreopsis verticillata

Coreopsis verticillata Linnaeus, 1753

20-Agosto-2011.
Cautividad. Europa, Alemania, Berlín, Botanischer Garten Berlin, en la sección sistemática de plantas herbáceas.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Berlín.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Asterales.
Familia: Asteraceae.
Subfamilia: Asteroideae.
Género: Coreopsis.
Especie: Coreopsis verticillata.

Es una mata perenne compacta, de hasta un metro de altura, que se propaga horizontalmente mediante estolones. Sus tallos son semejantes a alambres, con entrenudos (en la parte media del tallo) de uno y medio a seis centímetros de longitud. Las hojas son sésiles o subsésiles, están divididas en tres segmentos filiformes, que a su vez pueden estar o no divididos en entre tres y nueve segmentos secundarios, las hojas superiores son simples y lineares. En cualquiera de los casos, los segmentos miden de medio a cuatro y medio centímetros de longitud, y de medio a dos milímetros de anchura. Las cabezuelas florales se sitúan sobre pedúnculos de dos a ocho centímetros de altura, miden unos cinco centímetros de diámetro y son de color amarillo brillante. El involucro está formado por ocho brácteas lanceoladas u ovaladas, de seis o siete milímetros de longitud, y las lígulas miden de doce a veinte milímetros de longitud, a diferencia de otros Coreopsis, el ápice de las lígulas no es truncado y dentado, sino cuneiforme. En el disco posee unas treinta o cuarenta flores de tres y medio a cinco y medio milímetros de longitud, también amarillas, aunque se vuelven negruzcas al marchitarse. Florece de junio a agosto. El fruto es una cipsela obovada u oblonga, de tres y medio a cuatro milímetros de longitud.

Nativa del este de Canadá y de Estados Unidos, desde Québec hasta Georgia, se ha naturalizado localmente en Noruega, Francia y Bélgica. Aparece en claros de bosque (especialmente robledales y pinares) y en bosques secos y abiertos, sobre suelos arenosos, eligiendo las zonas más soleadas, a entre diez y quinientos metros de altitud. Tolera la cercanía del mar y sus vientos salados, así como la sequía, el calor sofocante y los suelos pobres.