Coremacera confluens

Coremacera confluens Rondani, 1868

31-Agosto-2008.
Europa, España, Cataluña, Gerona, La Cerdaña, Puigcerdá.
Leg: Isidro Martínez. Det: Stephane Lebrun (con dudas).


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Diptera.
Suborden: Brachycera.
Superfamilia: Sciomyzoidea.
Familia: Sciomyzidae.
Subfamilia: Sciomyzinae.
Género: Coremacera.
Especie: Coremacera confluens.

Esta es una mosca que suele medir entre seis y diez milímetros de longitud corporal. Su cabeza es aplanada, con ojos saltones laterales y antenas gruesas dirigidas hacia delante, cuyo tercer segmento tiene la punta cubierta por un mechón de pelos. La franja frontal es ancha y brillante, y las fosetas antenales son nítidas. En las órbitas oculares hay una cerda anterior y una posterior. El tórax es glabro al menos en los laterales. Las alas tienen un patrón reticulado en marrón oscuro y blanco, y su diseño es diferente del de la mucho más conocida Coremacera marginata, ya que las manchitas blancas son confluyentes. Las patas son de color pardo o negruzco, y la punta de las tibias posteriores posee una cerda. Los huevos son marrones, alargados, de medio milímetro de longitud y con la superficie nervuda.

Se describió originalmente de Parma (Italia). No está citada para la Península Ibérica, donde se tomaron las fotografías, aunque la identificación no es segura. Es una mosca prácticamente desconocida, de la que su descriptor sólo indicó que recolectó un macho, y no dio ninguna medida. Por ello, la información de esta ficha está basada principalmente en la información general para todo su género. Vive en ambientes húmedos con densa vegetación. Los adultos vuelan en una sola generación anual. La hembra pone los huevos en el cuerpo de caracoles terrestres. Las larvas que nacerán de ellos parasitan a los caracoles. Inverna como larva o como pupa.

En los insectos son frecuentes las primeras citas para un territorio concreto, ya que hay muchas zonas poco exploradas, grupos poco estudiados, y especies escasas o esporádicas con gran movilidad. Si tuviera un experto en Sciomyzidae en mi propia ciudad con el que compartir salidas campestres y animadas charlas, sí que hubiese cogido esta mosca. Pero por desgracia en Europa no parece haber tal experto, o no lo he encontrado. Así pues me conformo con tener la cita fotográfica, aunque no siempre se pueda asegurar la identificación.
Por eso estaría bien vivir contigo en un mutualismo simbiótico: siendo así yo cogería todo tipo de algas, líquenes y cosas de esas que de otro modo no les haría ni caso, y obtendría identificaciones y a cambio tu aumentarías tu colección