Colisa lalia

Colisa lalia Hamilton, 1822

2010-2011.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, en venta en una tienda de acuariofilia.
Leg: Isidro Martínez. Det: Acuatec.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Osteichthyes.
Orden: Perciformes.
Suborden: Anabantoidei.
Familia: Osphronemidae.
Subfamilia: Luciocephalinae.
Género: Colisa.
Especie: Colisa lalia.

Este pez mide entre cuatro y nueve y medio centímetros de longitud, y posee un cuerpo ovalado y comprimido lateralmente. Su piel está completamente recubierta por escamas ctenoides. La boca es pequeña y súpera, y la mandíbula inferior es prominente. Sus ojos miden entre dos y cuatro milímetros de diámetro. El macho es muy llamativo, con finas rayas oblicuas rojas y azules, mientras que la hembra de colores más apagados (a rayas plateadas y marrones, más que azules y rojas), con las rayas más cortas que las del macho, también es más pequeña que el macho. La cabeza y los opérculos del macho son de color azul verdoso, y sus aletas anal, dorsal y caudal son rojas con motas azules. Las aletas dorsal y anal del macho terminan en una punta aguda mientras que las de la hembra son redondeadas. Las bases de las aletas dorsal y anal están cubiertas de escamas. La aleta dorsal posee de quince a diecisiete radios duros y de siete a nueve radios blandos. La aleta anal, más larga que la dorsal, posee de dieciséis a diecinueve radios duros y de catorce a diecisiete radios blandos. Como otros guramis, está provisto de unas largas y finas aletas pélvicas filiformes, que contienen células sensibles al tacto. Están formadas por solamente dos radios, uno muy alargado y el otro muy corto. Las aletas pectorales son transparentes y redondeadas y poseen entre ocho y diez radios. La aleta caudal, con forma de abanico, está formada por entre catorce y dieciséis radios. La línea lateral es incompleta, interrumpida, y corre a lo largo de entre veinticinco y veintiocho escamas.

Su hábitat natural son las aguas lentas o estancadas, poco profundas, de las cuencas de los ríos Ganges, Jumna y Bramaputra, en el subcontinente indio. Estos ríos se desbordan durante la época del monzón y los peces aprovechan entonces para colonizar nuevas áreas. Por medio del comercio de acuariofilia, este pez ha sido introducido en Singapur, Colombia y Estados Unidos. Usa sus aletas pectorales modificadas como órganos táctiles en su búsqueda de alimento por el fondo, lo que le permite vivir en aguas turbias. Otra adaptación a estas aguas es el "laberinto", un órgano respiratorio adicional que les permite obtener aire de la superficie. Se alimenta de pequeños invertebrados y de algas. Se reproduce durante la estación monzónica. Durante la época de cría, el macho construye un nido burbujas cubierto de restos vegetales, entre las plantas flotantes (sin las cuales el pez no se inclina a la reproducción). Una vez fecundados los aproximadamente seiscientos huevos, el macho los vigila y defiende, incluso contra la hembra que los puso. Los alevines nacen al día siguiente y el macho los cuida y vigila durante los dos o tres primeros días, pasados los cuales las larvas son capaces de nadar, se transforman en alevines y se dispersan. En su área de distribución natural este pez se pesca para secarlo y consumirlo, a pesar de su pequeño tamaño.

Hace unos años, antes de empezar la colección, cuando tenía un acuario grande tropical porque vivía en mi pueblo y disponía de tiempo tenía esta especie, la cual conseguí reproducir.

Ojala termines pronto la tesis y estudios para poder dedicar todo el tiempo que quieras a la creación de un super zoo-jardín botánico-museo de ciencias naturales en tu tierra.... y yo quedaría muy bien de conservador jejejeje

Isidro, las rocas de tu acuario son silíceas ¿no?, las de la maceta volcanicas y la otra una pizzarra con vetas de cuarcita supongo. Las rocas calizas suelen ir mal para acuarios tropicales al desestabilizar el pH del agua.

Anda, también sabes de rocas jeje. Pues ni idea, creo que la arena gruesa negra del fondo es silícea, pero es mezcla de varias, luego hay cantos rodados pulidos, fósiles, una pieza de cuarzo rosa, lar rocas volcánicas de la maceta (donde intentaba que una Nymphoides peltata se recuperase de la pudrición del estanque a causa de los higos que caían de encima cuando yo estaba fuera en Alemania), y la gran piedra negra de vetas blancas que recogí en un glaciar en Monte Perdido.
La que sí va mal es el alabastro, que se disuelve en el agua por lo que he comprobado, pero creo que las silíceas van muy bien porque el agua de aquí es calcárea y los peces que me quedan (la Colisa ya amaneció fiambre esta mañana) son solo los neones, y los peces amazónicos prefieren aguas más bien tirando a ácidas.