Colaspidema barbarum

Colaspidema barbarum (Fabricius, 1792)
Sinónimo: Colaspidema atrum (Olivier, 1799)

23-Abril-2007.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, en la ciudad, orillas de la ribera del Gállego.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Chrysomeloidea.
Familia: Chrysomelidae.
Subfamilia: Chrysomelinae.
Género: Colaspidema.
Especie: Colaspidema barbarum.

Ésta es la especie tipo de las cuatro que conforman el género Colaspidema. Es un escarabajo redondeado de color negro brillante, de unos cinco o seis milímetros de largo sin contar con el abdomen. Como en algunos otros géneros de crisomélidos, el abdomen de la hembra se dilata mucho tras la fecundación, pudiendo así albergar los huevos. Una hembra grávida llega a doblar su propia longitud corporal por el hinchamiento del abdomen, alcanzando hasta un centímetro. El abdomen de la hembra es anaranjado, contrastando con el negro de su exoesqueleto. Los élitros se alzan y separan por el crecimiento del abdomen. Cuando la hembra no está grávida, su aspecto es casi idéntico al del macho. Su cabeza es ancha y triangular, con ojos globosos. Las antenas son largas, con la base amarillenta y el resto negro. Aunque posee alas, esta especie no vuela. La larva, de color naranja al nacer, va volviéndose negra mientras crece, la larva madura mide hasta un centímetro y medio de longitud, y presenta una superficie tuberculada. Los huevos, amarillos, son elípticos, de hasta un milímetro de longitud, y son puestos en grupos de veinte a ochenta.

La hembra pone sus huevos en el suelo o en las hojas de sus plantas nutricias, que son leguminosas herbáceas (Trifolium, Medicago, Ononis, Melilotus, etc...), pudiendo esta especie causar algún daño en los cultivos de alfalfa. Tiene una sola generación anual, raramente dos (la segunda bastante escasa en comparación). Cada hembra puede realizar hasta veinte puestas de huevos en su vida. Los huevos tardan unos quince días en eclosionar. La larva pasa por cuatro o cinco mudas, y su desarrollo es rápido, tardando unos veinte días desde que nace hasta que, en verano u otoño, se entierra a unos quince centímetros de profundidad para invernar, en una pequeña celda subterránea donde después, la larva se transformará en crisálida. La pupación dura unos diez días, pero los adultos recién formados no emergen de su cámara hasta que llegan los calores primaverales. Los adultos son poco activos y apenas perjudican a la planta huésped, pero las larvas son voraces y si se hallan en gran número pueden disminuir fuertemente la superficie fotosintética de la planta, reduciendo las hojas al nervio central. La larva puede devorar hasta siete veces su propio peso en veinticuatro horas.

Hembra grávida:


Larva: