Chrysotoxum elegans

Chrysotoxum elegans Loew, 1841

27-Agosto-2008.
Europa, España, Aragón, Huesca, Pirineos, Sobrarbe, Valle de Gistau, Plan, en una flor situada en la ladera empinada de una colina.
Leg: Isidro Martínez. Det: Amalia Raluca.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Diptera.
Suborden: Cyclorrhapha.
Superfamilia: Syrphoidea.
Familia: Syrphidae.
Subfamilia: Syrphinae.
Género: Chrysotoxum.
Especie: Chrysotoxum elegans.

Esta mosca cernidora que mide entre diez y catorce milímetros de longitud corporal. Tiene una apariencia bastante variable, algunos ejemplares recuerdan a Chrysotoxum cautum, aunque son más esbeltos, mientras que otros ejemplares más oscuros, conocidos cono la forma latelimbatum, son casi tan oscuros como Ch. festivum pero con las marcas amarillas del abdomen alcanzando los márgenes laterales, y las marcas amarillas de la parte posterior de cada segmento más extensas. Su cabeza presenta ojos grandes, unidos en el macho y separados en la hembra. Las antenas son largas, negras, con el primer y el segundo segmentos aproximadamente de la misma longitud, y el tercero tan largo como los otros dos (más corto en Ch. verralli). En el tórax, el mesoescudo está cubierto de pelos largos amarillos y negros entremezclados. Las bandas negras de su abdomen suelen ser más amplias y sinuosas que las de Ch. cautum. La banda negra frontal del segundo segmento abdominal es arqueada (es recta en Ch. verralli). El margen lateral del abdomen es siempre parcialmente amarillo. El ala mide entre nueve y doce milímetros de longitud y es hialina, con el margen anterior algo amarillento. Las patas son amarillas.

Se encuentra en el centro y sur de Europa (desde la Península Escandinava hasta el Mediterráneo) así como en Turquía y las montañas del Cáucaso. Es más frecuente en hábitats costeros, especialmente en el norte de su área de distribución. Prefiere las praderas abiertas y soleadas, algo áridas. Vuelan de mayo a septiembre, visitando flores, especialmente las de umbelíferas y botones de oro, o asoleándose en las hojas. Los machos vigilan su territorio volando lentamente y cerniéndose, a unos tres o cuatro metros del suelo. Sus larvas se alimentan de pulgones radicícolas en hormigueros.