Cerocoma schaefferi
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Cerocoma schaefferi
Cerocoma schaefferi (Linnaeus, 1758)
20-Mayo-2007.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Peñaflor de Gállego, Vedado de Peñaflor, en estepas degradadas y barbechos, sobre flores.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.
Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Tenebrionoidea.
Familia: Meloidae.
Subfamilia: Meloinae.
Género: Cerocoma.
Especie: Cerocoma schaefferi.
Este bello coleóptero es la especie tipo de las veintinueve que conforman el género Cerocoma. Es de color verde metalizado (a veces tendiendo a cobrizo), excepto los apéndices (patas, antenas y palpos), que son de color testáceo anaranjado, aunque a veces el fémur posterior y la punta del fémur medio son negros, y algunas formas presentan las patas totalmente negras (forma viridula, forma affinis). Es de tamaño tremendamente variable, de modo que es bastante fácil observar en una misma flor, alimentándose, algunos ejemplares el doble de grandes que los más pequeños. Unos quince milímetros de longitud corporal es un tamaño promedio habitual. La cabeza es transversa, con un callo frontal prominente. Los machos poseen antenas extravagantes llenas de protuberancias y artejos muy modificados y desiguales. También tienen palpos modificados, muy elaborados. Sus élitros son flexibles, alargados y subparalelos, esculpidos por una puntuación densa y gruesa. Presenta una larga pilosidad blanquecina, amarillenta o negra, especialmente en las patas y en la parte inferior de cuerpo.
Una especie similar, pero menos abundante, Cerocoma schreberi, se distingue por los esternitos abdominales testáceos, mientras en C. schaefferi son verde metalizado. La especie más emparentada es Cerocoma prolachsana, que se diferencia (en el macho) por sus antenas y fémures anteriores y medios con la punta negra.
Descrita originalmente de Alemania (que constituye su límite septentrional), se distribuye ampliamente por gran parte del sur y centro de Europa y Oriente Próximo, desde Portugal hasta Kazajstán. En Letonia y en el Tirol parece haberse extinguido. Habita en zonas abiertas y soleadas, desde el nivel del mar hasta los seiscientos metros de altitud. Los adultos pueden verse de abril a octubre, son florícolas y se alimentan de polen y néctar, con predilección por las asteráceas. Se ha registrado sobre las flores de Achillea, Anthemis, Chrysanthemum, Cirsium, Cistus, Daucus, Euphorbia, Helichrysum, Orlaya, Rosa, Santolina y Sisymbrium (en la imagen inferior, está sobre Anacyclus clavatus). Como otras especies de su familia, contienen una toxina llamada cantaridina que hace que estos insectos no sean interesantes para sus posibles depredadores. Los machos producen en sus palpos unas feromonas con las que se impregnan las patas anteriores y luego tamborilean con éstas sobre el dorso de la hembra antes de la cópula. La hembra fecundada excava un agujero en el suelo, donde pone sus huevos. Las larvas resultantes buscan activamente los nidos de avispas solitarias del género Tachytes, y no utilizan la foresis para alcanzar los nidos (a diferencia de otros meloidos). Las larvas que consiguen llegar a un nido de estas avispas, se alimentan de los saltamontes y mantis que la avispa había acumulado para alimentar a sus propias larvas.
Hembra:
Macho:
20-Mayo-2007.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Peñaflor de Gállego, Vedado de Peñaflor, en estepas degradadas y barbechos, sobre flores.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.
Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Tenebrionoidea.
Familia: Meloidae.
Subfamilia: Meloinae.
Género: Cerocoma.
Especie: Cerocoma schaefferi.
Este bello coleóptero es la especie tipo de las veintinueve que conforman el género Cerocoma. Es de color verde metalizado (a veces tendiendo a cobrizo), excepto los apéndices (patas, antenas y palpos), que son de color testáceo anaranjado, aunque a veces el fémur posterior y la punta del fémur medio son negros, y algunas formas presentan las patas totalmente negras (forma viridula, forma affinis). Es de tamaño tremendamente variable, de modo que es bastante fácil observar en una misma flor, alimentándose, algunos ejemplares el doble de grandes que los más pequeños. Unos quince milímetros de longitud corporal es un tamaño promedio habitual. La cabeza es transversa, con un callo frontal prominente. Los machos poseen antenas extravagantes llenas de protuberancias y artejos muy modificados y desiguales. También tienen palpos modificados, muy elaborados. Sus élitros son flexibles, alargados y subparalelos, esculpidos por una puntuación densa y gruesa. Presenta una larga pilosidad blanquecina, amarillenta o negra, especialmente en las patas y en la parte inferior de cuerpo.
Una especie similar, pero menos abundante, Cerocoma schreberi, se distingue por los esternitos abdominales testáceos, mientras en C. schaefferi son verde metalizado. La especie más emparentada es Cerocoma prolachsana, que se diferencia (en el macho) por sus antenas y fémures anteriores y medios con la punta negra.
Descrita originalmente de Alemania (que constituye su límite septentrional), se distribuye ampliamente por gran parte del sur y centro de Europa y Oriente Próximo, desde Portugal hasta Kazajstán. En Letonia y en el Tirol parece haberse extinguido. Habita en zonas abiertas y soleadas, desde el nivel del mar hasta los seiscientos metros de altitud. Los adultos pueden verse de abril a octubre, son florícolas y se alimentan de polen y néctar, con predilección por las asteráceas. Se ha registrado sobre las flores de Achillea, Anthemis, Chrysanthemum, Cirsium, Cistus, Daucus, Euphorbia, Helichrysum, Orlaya, Rosa, Santolina y Sisymbrium (en la imagen inferior, está sobre Anacyclus clavatus). Como otras especies de su familia, contienen una toxina llamada cantaridina que hace que estos insectos no sean interesantes para sus posibles depredadores. Los machos producen en sus palpos unas feromonas con las que se impregnan las patas anteriores y luego tamborilean con éstas sobre el dorso de la hembra antes de la cópula. La hembra fecundada excava un agujero en el suelo, donde pone sus huevos. Las larvas resultantes buscan activamente los nidos de avispas solitarias del género Tachytes, y no utilizan la foresis para alcanzar los nidos (a diferencia de otros meloidos). Las larvas que consiguen llegar a un nido de estas avispas, se alimentan de los saltamontes y mantis que la avispa había acumulado para alimentar a sus propias larvas.
Hembra:
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