Cephalota circumdata

Cephalota circumdata (Dejean, 1822) ssp. imperialis (Klug, 1834)
Sinónimos: Taenidia circumdata (Dejean, 1822) ssp. imperialis (Klug, 1834), Cicindela circumdata Dejean, 1822 ssp. imperialis Klug, 1834

22-Julio-2007.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Monegros, Bujaraloz, Salada de La Playa.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Adephaga.
Superfamilia: Caraboidea.
Familia: Cicindelidae.
Subfamilia: Cicindelinae.
Género: Cephalota.
Subgénero: Taenidia.
Especie: Cephalota circumdata.

Este espectacular escarabajo tigre es una rara especie, que mide entre doce y quince milímetros de longitud corporal. Es muy llamativa por su cabeza y pronoto de un tono verde metálico, con el pronoto, los proepisternos y la cara ventral del mesotórax, metatórax y abdomen, cubiertos densamente de gruesos pelos blancos aplicados a la superficie, pero las genas glabras. El labro posee un único diente central, prominente. El espacio entre los ojos es cóncavo. Sus élitros son de color cremoso, con marcas cobrizas oscuras de forma pinnatífida, que no alcanzan el borde externo. La lúnula humeral de color crema no alcanza hasta la sutura elitral, pero se extiende bastante por la base del élitro, a diferencia de lo que sucede en Cephalota litorea, que tiene esta lúnula mucho más corta. Su coloración muy clara en comparación con la mayoría de cicindelas de la misma región, así como su cara ventral cubierta de pilosidad blanca, son adaptaciones para una mejor termorregulación en las zonas muy soleadas donde habita. Las patas son largas y finas, de color cobrizo y con pelos blancos similares a los del pronoto.

Tiene una distribución relicta en algunos puntos de Algeria, España (Monegros zaragozanos y salinas de Alicante), Francia (salinas de Montpellier) y Grecia, teniendo probablemente la misma distribución ya desde el Terciario (Cassola, 1970). Se divide en tres subespecies. Es una especie halobia, que habita tanto en ecosistemas costeros como en saladares interiores, siempre en zonas totalmente despejadas, donde el sol da de pleno y apenas existen refugios tales como vegetación o piedras. Aparece en pleno verano, evitando la competencia con otras cicindelas halófilas mediante la distribución temporal diferente en cada caso. Durante su breve periodo de aparición como imagos, entre finales de junio y julio, esta especie es presa básica para muchos de los grandes insectos depredadores de la zona, como Asilus barbarus, debido a su gran abundancia local. Las cicindelas son depredadoras también, se alimentan especialmente de dípteros halobios tales como Lispe caesia. Se mueven muy ágilmente sobre el barro, no aventurándose nunca en donde la tierra comienza a secarse, y casi siempre junto a la orilla del agua salobre. Puede incluso caminar sobre el agua sin hundirse, aprovechando la tensión superficial con sus finísimas patas, y hasta levantar el vuelo desde el agua. Sus larvas viven enterradas en el fango salado, en galerías verticales, donde esperan con la cabeza a ras de suelo a que pase una presa. Las galerías larvarias se sitúan preferentemente en los márgenes de las salinas, donde las primeras plantas halófilas (Salicornia, etc) pueden comenzar a prosperar. Pasan el invierno como larvas dentro de sus madrigueras, cuya entrada taponan con fango hasta la llegada de la primavera y la reaparición de sus presas.







Galería larvaria:

Me encantan los cicindélidos, tienen una morfología y coloración muy interesante. Magníficas tus fotos, y más teniendo en cuenta que estos bichillos corren muy rápido cuando te acercas.

La verdad es que cuesta muchísimo pillarlas, sobre todo ésa que vive en un terreno en el que fácilmente puedes hundir todo el pie, sin embargo, en mi segunda visita pude tener la gran suerte de pillar una cópula y tomarle fotos y filmarla, ya que al estar apareándose los animales estaban más distraídos y menos atentos a los predadores, y me dejaron acercarme sin problema, cosa que hasta entonces no habían hecho los centenares de ejemplares que había visto antes, que salían volando ipso facto.

Esa salada es el único punto de Aragón donde se encuentran y me gustaría llevarte a verlas, aunque para eso necesitaríamos un coche.