Arctolamia fruhstorferi

Arctolamia fruhstorferi Hüdepohl, 1990

22-Noviembre-2011.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, en una colección particular.
Leg: Isidro Martínez. Det: Ernesto Navarro.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Chrysomeloidea.
Familia: Cerambycidae.
Subfamilia: Lamiinae.
Género: Arctolamia.
Especie: Arctolamia cruciata.


El género Arctolamia está constituido por escarabajos longicornios de buen tamaño, con formas gruesas y redondeadas. Esta especie mide alrededor de tres centímetros y medio de longitud corporal y un centímetro de anchura, siendo los machos más pequeños que las hembras, también cabe destacar que en los machos el punto más ancho se sitúa en la base de los élitros y en las hembras en la parte media o ligeramente posterior de los élitros. Es de color castaño oscuro a castaño rojizo, con élitros de un tono amarillo pajizo provistos de una gran mancha negra en su parte media por el lado externo, aunque en algunos ejemplares estas dos manchas negras se unen formando una banda transversal. La base de los élitros también es negra en ambos sexos, aunque a veces interrumpida por una banda longitudinal amarilla, mientras que el escutelo es entre amarillo y pardo rojizo. Las antenas son más largas que el cuerpo en los machos y más o menos de la misma longitud que el cuerpo en las hembras. La parte distal de cada artejo antenal lleva un denso mechón de pelos negros. Los pelos que recubren los élitros son más rojizos. El pronoto posee una escultura dorsal rugosa con grandes bultos irregulares lisos y brillantes, y a cada lado del pronoto, en su parte media, nace una pequeña y aguda espina perpendicular.

Esta especie es originaria de las selvas monzónicas del sudeste de Asia (el sur de China, Laos, Vietnam y Tailandia), especialmente las situadas entre los ochocientos y los mil metros de altitud. Suele descansar sobre las ramillas de los árboles y arbustos, y si se ve perturbado por una amenaza, se deja caer al suelo donde resulta muy difícil volverlo a encontrar entre la vegetación. Su larva se alimenta de la madera podrida de troncos caídos y tocones de árboles latifolios.