Anoplophora chinensis

Anoplophora chinensis (Forster, 1771)

22-Noviembre-2011.
Cautividad. Europa, España, Aragón, Zaragoza, en una colección particular.
Leg: Isidro Martínez. Det: Ernesto Navarro.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Chrysomeloidea.
Familia: Cerambycidae.
Subfamilia: Lamiinae.
Género: Anoplophora.
Especie: Anoplophora chinensis.

La más conocida de todas las Anoplophora, debido a su condición de plaga dañina introducida en muchos lugares, esta especie tiene la forma plana y ancha típica de su género, un tamaño considerable de entre dos y cuatro centímetros de longitud corporal (sin contar con las antenas), y una coloración negra a y brillante, con manchas redondeadas blancas formadas por escamas aplicadas. Estas manchas se disponen de una forma vagamente simétrica en los élitros, en número de entre diez y doce. La base de los élitros posee una superficie granulosa, que permite diferenciar a esta especie de Anoplophora glabripennis. Como en otras especies del género, el pronoto posee una robusta espina a cada lado. Las antenas tienen la base de cada segmento cubierta por escamas blancas y el ápice de cada segmento negro, por lo que poseen una apariencia a rayas. Las antenas de los machos son aproximadamente el doble de largas que el cuerpo, mientras que las de las hembras son apenas un poco más largas que el cuerpo, por el contrario el tamaño corporal suele ser algo menor en los machos que en las hembras. Otra diferencia entre los sexos es la punta del abdomen que sobresale por detrás de los élitros en la hembra y queda completamente cubierta por los élitros en el macho. La larva es vermiforme, de color blanco cremoso con la cabeza marrón, y carece de patas, una larva madura mide hasta cinco centímetros de longitud.

Originaria de China y Corea, ha sido introducida accidentalmente en áreas no nativas como Francia, Holanda, Japón, Taiwán, Norteamérica y las islas Hawaii, donde puede causar daños a todo tipo de árboles (se han citado como géneros afectados por esta especie: Acer, Aesculus, Albizia, Alnus, Betula, Cajanus, Carpinus, Carya, Castanea, Casuarina, Citrus, Corylus, Cotoneaster, Cryptomeria, Elaeagnus, Eriobotrya, Fagus, Ficus, Fraxinus, Hibiscus, Ilex, Juglans, Lagerstroemia, Lindera, Litchi, Maackia, Malus, Melia, Morus, Photinia, Platanus, Poncirus, Populus, Prunus, Pyracantha, Pyrus, Quercus, Rhus, Robinia, Rosa, Rubus, Salix, Sophora, Styrax y Ulmus), pudiendo ocasionar la muerte del árbol cuando éste es joven, ya que a diferencia de la mayoría de los cerambícidos y otros xilófagos, que atacan tocones muertos o árboles enfermos, las Anoplophora y particularmente A. chinensis atacan árboles completamente sanos. Su cico vital dura un año (excepcionalmente dos). Los imagos vuelan de mayo a agosto, alimentándose de hojas y cortezas, en las copas y troncos de los árboles. Puede vivir durante un mes en estado adulto. Tras la cópula, las hembras fecundadas ponen sus huevos, blancos y alargados y de medio centímetro de longitud, de forma aislada en las raíces superficiales o en la base del tronco de los árboles (hasta unos sesenta centímetros de altura del suelo), practicando allí una incisión con forma de T dentro de la cual coloca el huevo. En total puede una hembra poner hasta doscientos huevos. Los huevos eclosionan al cabo de entre una y tres semanas, dando lugar a larvas que abrirán galerías hacia arriba en la madera hasta que llegue el momento de pupar. La crisálida se sitúa en la parte superior de la galería y dura de cuatro a seis semanas, cuando emerge el imago, permanece inactivo dentro de la cámara pupal hasta el siguiente mes de mayo, en el que emergerá al exterior, dejando un agujero redondo de hasta un centímetro de diámetro.