Banksia integrifolia

Banksia integrifolia Linnaeus filius, 1782

1-Mayo-2011.
Cautividad. Europa, España, Cataluña, Barcelona, Montjuic, Jardín Botánico de Barcelona.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Barcelona.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Magnoliophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Proteales.
Familia: Proteaceae.
Subfamilia: Grevilleoideae.
Género: Banksia.
Especie: Banksia integrifolia.

Se trata de un árbol perennifolio de hasta treinta y cinco metros de altura, algo sorprendente en este gran género que suele ser arbustivo. No obstante, cuando crece en áreas expuestas suele ser un arbolito retorcido de menos de cinco metros de altura. Su tronco suele ser único, irregular y nudoso, cubierto por una corteza rugosa. Como su nombre indica, sus hojas tienen el borde entero cuando son adultas, si bien las hojas juveniles presentan unos pocos dientes en el margen. Son coriáceas, de hasta veinte centímetros de longitud y tres y medio de anchura cuando adultas (suelen ser de mayor tamaño cuando jóvenes), con el haz verde oscuro y el envés de un blanco plateado, dando al follaje una apariencia muy peculiar cuando sopla el viento. La inflorescencia es una espiga de color amarillo cremoso, de hasta doce centímetros de longitud y cinco de diámetro, formada por cientos de flores densamente dispuestas alrededor de un grueso eje cilíndrico leñoso. Nacen en cortos nudos de dos o tres años inmersos en el ramaje general, en lugar de en la punta de ramas largas como en otras Banksia. Cada flor es tubular, formada por cuatro tépalos unidos y un largo estilo recto. Las inflorescencias marchitas se tornan grisáceas y a lo largo de los meses se transforman en infrutescencias, consistentes en un eje leñoso en el que se incrustan numerosos folículos leñosos de dos valvas, de color gris oscuro al marurar. Cada folículo contiene una, en ocasiones dos, semillas negras aplanadas, de hasta un centímetro de longitud, provistas cada una de un ala papirácea amplia, el doble de larga que la propia semilla.

Es propio de la costa este de Australia, donde es una de las especies más ampliamente distribuidas del género, apareciendo desde Geelong (Victoria) hasta Proserpine (Queensland), habiéndose extinguido en Tasmania. En el Cabo Byron es la especie de árbol que más se acerca a la costa, lo que convierte a esta especie en el árbol más oriental de toda Australia. Se divide en tres subespecies. Crece en una amplia variedad de hábitats, desde las dunas litorales hasta las montañas, aunque habitualmente sólo aparece a una distancia inferior a cincuenta kilómetros del mar, sobre suelos pobres de arenisca. Puede aparecer desde el nivel del mar hasta los mil quinientos metros de altitud. Es una de las Banksia más típicas y conocidas, empleándose a menudo como arbolado urbano, y fue una de las cuatro primeras oficialmente descritas. Gran variedad de aves (loris y chupamieles), marsupiales e insectos visitan sus flores en busca de néctar. Es una de las pocas especies de Banksia que no necesita del fuego para liberar sus semillas, sino que sus folículos se abren por sí mismos a finales de verano. A pesar de ello, los incendios son necesarios para la especie ya que enriquecen el suelo y eliminan la competencia.

Esta es una especie que tengo pero que todavía no no he añadido en la web. La recogí en su hábitat natural, en los bosques cercanos a la costa del sureste de Australia. Esta Banksia es interesante porque es de fácil cultivo y tiene un porte arbóreo, por ejemplo en Sydney la plantaban como árbol de calle de la misma forma que aqui usamos por ejemplo el Brachychiton o el Ligustrum.

MÁS INFORMACIÓN EN WWW.TAXATECA.COM

Pues no será tan fácil el cultivo, pues hace años sembré semillas (el mismo año de la inauguración del Botánico de Barcelona, y fue de allí de donde las saqué) y no germinó nada a pesar de que calenté el fruto al microondas (no he visto nada más propenso a la combustión en mi vida!)

mmm... no se yo si el microondas era la mejor opción. El fuego lo que suele hacer es destruir las células de la envuelta del fruto de forma que ya no pueden retener agua, por lo que se secan y el fruto se abre dejando caer las semillas. No mata las semillas porque la madera del fruto aisla mucho del calor. El microondas lo que hace es calentar moléculas polares, es decir agua, de forma que si las semillas tienen un poco de agua las calentará hasta matarlas. ¿Ese protocolo lo habias visto en algún sitio? El fuego además produce pequeñas cantidades de etileno, una molécula que las plantas utilizan de hormona y en algunas especies promueve la germinación de plantas adaptadas al fuego. Por otra parte a las Banksia les suele ir mal los suelos calizos. Esta especie en su hábitat natural vive en tierra silícea, aunque tolera bien la sal y por tanto también debería de tolerar la cal.

Saludos.