Allocasuarina verticillata

Allocasuarina verticillata (Lamarck, 1786) L. A. S. Johnson, 1982

1-Mayo-2011.
Cautividad. Europa, España, Cataluña, Barcelona, Montjuic, Jardín Botánico de Barcelona.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Barcelona.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Magnoliophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Fagales.
Familia: Casuarinaceae.
Género: Allocasuarina.
Especie: Allocasuarina verticillata.

Éste árbol forma parte de una extraña familia, las Casuarináceas. El género Casuarina, que originalmente englobaba a todas las especies de la familia, se llama así por el parecido de su follaje con el plumaje suelto y colgante del casuario, un ave no voladora también propia de Australia y Nueva Guinea. Las casuarináceas tienen un follaje que recuerda a los Equisetum, aunque sus ramillas son generalmente más finas. Esta especie es un árbol dioico de copa redondeada y de pequeño porte, que alcanza hasta diez metros de altura. Las ramillas tienen un porte grácil, semicolgante. Cada ramilla, de color verde algo grisáceo, mide hasta cuarenta centímetros de longitud y está claramente marcada por costillas longitudinales. Las hojas están reducidas a diminutas escamas dispuestas en verticilos y son los tallos verdes los que hacen la función fotosintética. Tiene flores masculinas amarillas, dispuestas en amentos, y las flores femeninas son pequeñas y redondeadas, de color rojo, dando lugar a frutos leñosos, grandes y cilíndricos, similares a piñas, con escamas regularmente dispuestas que se abren por pares como dos valvas, liberando las semillas aladas, que son el alimento favorito de diversos loros nativos. Florece y fructifica durante todo el año.

Encontrada por primera vez en la isla de Tasmania, ésta es una especie nativa del sudeste de Australia, común en los bosques y en las áreas costeras. Antaño muy extendida en las llanuras de Adelaida, grandes extensiones de esta especie han sido deforestadas por la extensión de asentamientos humanos y el uso de su madera como leña. En ocasiones se cultiva como ornamental por su gran resistencia a la sequía y a la salinidad y por su capacidad nitrificante del suelo.