Agave deserti

Agave deserti Engelmann, 1875

1-Mayo-2011.
Cautividad. Europa, España, Cataluña, Barcelona, Montjuic, Jardín Botánico de Barcelona.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Barcelona.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Magnoliophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Asparagales.
Familia: Asparagaceae.
Subfamilia: Agavoideae.
Género: Agave.
Especie: Agave deserti.

Se trata de una pitera que crece habitualmente en colonias, con hojas rectas y rígidas de color grisáceo, de hasta setenta centímetros de longitud y diez de anchura, con afiladas espinas a lo largo de sus bordes y una espina terminal de mayor tamaño en el ápice. Una vez la planta alcanza su edad adulta, entre dos y cuatro decenas de años, la planta emite a finales de primavera y principios de verano una gran panícula de hasta seis metros de altura, formada por flores amarillas con forma de embudo, cada una de hasta seis centímetros de longitud. Como sucede con las restantes especies del género, la planta muere tras la floración.

Originaria de California y Arizona, donde vive, como su nombre indica, en las áreas desérticas: en los suelos alcalinos, rocosos y gravosos, del valle del río Colorado, en el desierto de Sonora, penetrando un poco en el desierto de Mojave y las altiplanicies de Arizona, creciendo únicamente a pleno sol. Debido al tipo de suelo donde crece - con elevado drenaje, gran erosión y muy poca o ninguna materia orgánica ni cobertura vegetal - y a las escasísimas precipitaciones, es la especie más adaptada a la aridez de las 136 que componen el género Agave. Es una planta de enorme importancia ecológica, cuyas hojas y néctar de sus flores constituyen el recurso principal de alimento y agua de muchos animales, incluyendo los humanos nativos que en tiempos precolombinos daban numerosos usos a esta planta. Las poblaciones y migraciones de insectos, aves y mamíferos de la zona están condicionadas por la presencia de Agave deserti. Su principal - casi exclusivo- polinizador es el murciélago del desierto (Leptonycteris sanborni), que resulta atraído por el fuerte olor almizclado de las flores. La relación entre planta y murciélago es tan estrecha que la planta produce dos aminoácidos que no necesita para nada pero que son fundamentales para el animal.