Hyphaene thebaica

Hyphaene thebaica (Linnaeus, 1753) Martius, 1839

22-Marzo-2015.
Cautividad. Europa, España, Islas Canarias, provincia de Santa Cruz, Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, barrio de Cabo Llanos, montaña El Lazareto, Palmetum Tenerife.
Leg: Isidro Martínez. Det: Palmetum.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Liliopsida.
Orden: Arecales.
Familia: Arecaceae.
Subfamilia: Coryphoideae.
Género: Hyphaene.
Especie: Hyphaene thebaica.

Es una palmera sumamente curiosa, dioica, que puede alcanzar hasta diecisiete metros de altura. A diferencia de todos los demás géneros de palmeras, sus troncos, solitarios en la base o dispuestos en grupos de hasta siete, se ramifican dicotómicamente a intervalos más o menos regulares, de una a cuatro veces, creando un efecto muy curioso en los especímenes adultos y dando lugar hasta a dieciséis coronas de hojas. La primera bifurcación del tronco se produce a entre uno y medio y seis metros del suelo. El tronco puede medir hasta cuarenta y cinco centímetros de diámetro, y su corteza es bastante lisa, de color gris oscuro, con las cicatrices de las hojas caídas conspicuas, de uno a tres centímetros de grosor. Cada rama porta un su extremo un penacho de entre ocho y veinticinco hojas, dispuestas en espiral. Los peciolos miden de medio a dos metros de longitud y de dos a diez centímetros de anchura, son abrazadores en la base y están armados en sus bordes por gruesas espinas triangulares, negras, reflejas o curvadas hacia arriba, de hasta dos centímetros de longitud y uno de anchura en la base. El limbo tiene forma costapalmada, es de color verde oliváceo y mide de uno a dos metros de longitud, con la costa fuertemente recurvada, de treinta a sesenta centímetros de longitud. Se divide a un tercio de su longitrud en entre treinta y dos y sesenta segmentos regulares, cada uno de uno y medio a siete centímetros de anchura, terminados en un ápice ligeramente bífido. Las inflorescencias masculinas y femeninas son similares, aunque se producen en árboles separados. Miden hasta dos metros de longitud, aparecen entre las hojas y se ramifican irregularmente, con dos o tres espigas de flores emergiendo de cada ramilla. El pedúnculo de la inflorescencia es ligeramente más largo y mucho más grueso en la inflorescencia masculina que en la femenina. La inflorescencia masculina posee hasta dieciséis brácteas en el pedúnculo, la femenina sólo de tres a cinco brácteas. Las ramillas de último orden de las inflorescencias masculinas poseen fosetas de las que salen grupos de tres flores (sólo una de ellas abierta a un tiempo), las fosetas de las ramillas femeninas contienen una sola flor cada una y ésta es más grande que las flores masculinas. Los frutos son ovalados y comestibles, grandes y leñosos, de cuatro a seis centímetros de longitud y de cuatro a cinco de anchura, muy variables en su forma, de color marrón al madurar, de aspecto liso, brillante y ceroso, cada uno conteniendo una sola semilla.

En su origen probablemente era endémica del Valle del Nilo desde Egipto hasta Sudán y los sotos ribereños del noroeste de Kenia, pero actualmente, gracias a su importancia para el ser humano y la consiguiente extensión de su cultivo, se puede encontrar ampliamente extendida por el continente africano, incluso en algunas zonas de África Occidental. Su epíteto específico thebaica alude a la antigua ciudad egipcia de Tebas. Crece en regiones áridas y tórridas donde no muchas otras especies de árboles pueden prosperar. Los antiguos egipcios la consideraban como sagrada (sus semillas se han hallado en numerosas tumbas de faraones), y usaban sus hojas para elaborar cestería, algo que también se sigue haciendo en la actualidad. Se consumen sus dátiles para elaborar dulces y los brotes germinados como verdura. Se cultiva en climas cálidos y tropicales, y es muy resistente a la sequía, pero debe sembrarse directamente en suelo o en una maceta muy profunda ya que emite muy largas raíces antes que ningún brote.

Esta especie la he visto en libertad varias veces, con tallos dicotómicos que llevaban más de 10 coronas de hojas. Por cierto, no es el único género capaz de ramificarse de forma habitual, hay unos pocos más, como por ejemplo el género Vonitra, con dos especies en el foro.