Hymenostephium quitensis

Hymenostephium quitensis (Bentham, 1845) E. E. Schill. et Panero, 2002
Sinónimo: Viguiera quitensis (Bentham, 1845) S. F. Blake, 1918

3-Octubre-2023.
América, Sudamérica, Ecuador, Región Interandina, Tungurahua, Cantón de Baños, Baños de Agua Santa. 1820 metros sobre el mar.
Coordenadas: 1°23′47″S, 78°25′29″O.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Asterales.
Familia: Asteraceae.
Subfamilia: Asteroideae.
Género: Hymenostephium.
Especie: Hymenostephium quitensis.

El tarapillo o pato es un arbusto relativamente esbelto y laxo, de hasta dos metros y medio de altura, con tallos débiles y pubescentes. Sus hojas son opuestas (alternas en la parte más alta de los tallos), ovaladas, membranosas, ásperas al tacto, con el limbo de entre tres y medio y doce centímetros de longitud y entre uno y ocho de anchura, con el margen entero o aserrado, la base cuneada o truncada, y el ápice acuminado. Tres nervios principales bien marcados parten desde su base. El peciolo es conspicuo, de medio a cinco y medio centímetros de longitud. Produce una inflorescencia corimbiforme terminal, formada por escasas cabezuelas florales de color amarillo intenso, cada una sobre un pedúnculo de hasta quince centímetros de longitud. Cada cabezuela consta de un involucro ampliamente acampanado o semiesférico, de medio a un centímetro de longitud, formado por dos o tres hileras de brácteas, entre diez y trece lígulas amarillas intensas, oblongas o elípticas, de siete a quince milímetros de longitud, y más de cincuenta flores en el disco, también amarillas, de tres o cuatro milímetros de longitud. Los frutos son aquenios glabros, negros o abigarrados, pubescentes, que carecen de papo pero poseen aristas de dos a tres milímetros de longitud.

Se distribuye por los Andes de Venezuela (Táchira), Colombia y Ecuador. Crece a entre dos mil y dos mil ochocientos cincuenta metros de altitud. Crece especialmente en los márgenes de caminos. Florece tardía en la temporada de lluvias. No tiene muchos usos, salvo como forraje para cuyes. Sobre sus hojas se puede desarrollar la roya Puccinia holwayula.