Henricia sanguinolenta

Henricia sanguinolenta (O. F. Müller, 1776)

23-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Nueva Inglaterra, Suffolk, Boston, Muelle Central, Acuario de Nueva Inglaterra.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Echinodermata.
Clase: Asteroidea.
Orden: Spinulosida.
Suborden: Leptognathina.
Familia: Echinasteridae.
Género: Henricia.
Especie: Henricia sanguinolenta.

Es una especie de estrella de mar de color rojo, naranja, amarillo, lila o púrpura, que puede medir entre cinco y doce centímetros de envergadura de brazos. Posee cinco brazos esbeltos, que se atenúan gradualmente hacia las puntas, y están conectados al disco central, que es pequeño y no se diferencia de los brazos. La cara dorsal del animal es rugosa, con un tacto semejante al papel de lija, con grupitos de tres a seis diminutas espinas vítreas y afiladas. Los lados de los brazos son curvados y lisos, y no se diferencian de la zona ventral. Por la cara ventral, los brazos son lisos y poseen cada uno un estrecho surco ambulacral central que contiene dos hileras de pies ambulacrales. Las puntas de los brazos contienen las manchas oculares.

Se encuentra en el norte de los océanos Atlántico y Pacífico, desde el nivel intermareal hasta los dos mil cuatrocientos catorce metros de profundidad. Habita en las costas rocosas o pedregosas y las charcas intermareales, refugiándose bajo las rocas durante el día. Se encuentra casi siempre en las proximidades de esponjas y corales, ya que se beneficia de las corrientes de agua que estos animales sésiles crean para alimentarse. La estrella se alimenta de detritos y del plancton que flota en el agua. También consume los tejidos de invertebrados sésiles tales como esponjas y ascidias. Se reproduce de febrero a marzo, época en que estas estrellas migran a aguas más someras y cálidas y copulan fusionando sus discos. Las hembras mantienen los huevos bajo su disco para incubarlos. Tras la incubación, la hembra deposita sus huevos en el suelo y los recubre de mucosidad, y se queda protegiendo esta masa durante unas tres semanas conforme los huevos van eclosionando. La madre incluso permanece junto a las larvas cuando ya han eclosionado todos los huevos. Este cuidado parental es muy raro entre las estrellas de mar, ya que la mayoría de especies simplemente abandonan los huevos a la deriva.