Euodynerus dantici

Euodynerus dantici (Rossi, 1790)

7-Junio-2008.
Cautividad. Europa, España, Andalucía, Málaga, Valle del Guadalhorce, Alhaurín de la Torre, urbanización Torres de Alhaurín.
Leg: Isidro Martínez. Det: Ángel Paez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Hymenoptera.
Suborden: Apocrita.
Superfamilia: Vespoidea.
Familia: Vespidae.
Subfamilia: Eumeninae.
Género: Euodynerus.
Especie: Euodynerus dantici.

Es una pequeña avispa que mide entre nueve y quince milímetros de longitud corporal, siendo las hembras notablemente más grandes que los machos. El clípeo de algo más largo que ancho en el macho, y tan largo como ancho en la hembra, la cual lo posee finamente estriado en toda su superficie (no punteado en su parte superior como en E. curictensis). Las genas son anchas, especialmente en la hembra. Las antenas poseen el primer segmento del flagelo más corto que el doble de su diámetro apical (a diferencia de E. fastidiosus). El metanoto es negro, el escudo es glabro, y el escutelo posee dos manchas amarillas. Las tégulas poseen el margen interno-posterior casi recto (a diferencia de E. hellenicus). En el abdomen, los segmentos primero a quinto están adornados por sendas bandas amarillas, siendo la del primer segmento gruesa y con forma de U. Generalmente, también posee un dibujo amarillo en el sexto segmento. Las patas poseen la mitad apical amarilla.

Es una especie con una amplísima área de distribución que abarca desde el norte de África pasando por la Europa mediterráneea, Oriente Próximo y Medio, China y Corea hasta Japón y Taiwán. Se divide en cuatro subespecies: una en los Balcanes, otra en una isla italiana, otra en el Lejano Oriente y la nominal en la mayor parte de su área de distribución. Habita en bosques, huertos y zonas rurales. Los imagos visitan diversas flores para alimentarse de su néctar. A menudo anida en cañas huecas, en las que construye tabiques de barro para separar las celdas de cría. Las hembras fecundadas capturan y paralizan pequeñas orugas de polillas (especialmente pirálidos, tortrícidos y geométridos) con las que aprovisionan las celdas de su nido. Una vez completada la despensa, la hembra pone un huevo en cada celda, y la larva que nacerá de él se alimentará de las orugas almacenadas hasta completar su desarrollo.