Entypus unifasciatus

Entypus unifasciatus (Say, 1828)

5-Octubre-2023.
América, Sudamérica, Ecuador, Región Interandina, Azuay, Cantón de Cuenca, Santa Ana de los Ríos de Cuenca, a orillas del río Tomebamba. 2550 metros sobre el nivel del mar.
Coordenadas: 2°53′51″S, 79°00′16″O.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Hymenoptera.
Suborden: Apocrita.
Superfamilia: Vespodiea.
Familia: Pompilidae.
Subfamilia: Pepsinae.
Género: Entypus.
Especie: Entypus unifasciatus.

Estas avispas son negras con un brillo azulado, y alcanzan un buen tamaño, de uno y medio a dos y medio centímetros de longitud corporal en los machos, y de dos y medio a tres y medio en las hembras. Las gruesas y largas antenas son amarillas, salvo en la base que es negruzca. El labro está parcialmente expuesto. Los laterales del primer segmento del abdomen son cóncavos, y en la hembra, el segundo segmento del abdomen es tuberculado. Las alas poseen una amplia banda de color ambarino, de extensión variable, en algunas subespecies el color ambarino ocupa casi toda el ala, en otras sólo la parte apical, el resto del ala (la punta y una extensión variable de la base) es negro. Sus patas son muy largas y espinosas. Las coxas del primer par de patas están provistas de fuertes pezones. Las tibias posteriores son aserradas, provistas de un mechón de pelos interrumpido, y hay dos espinas del mismo tamaño en el ápice de estas tibias.

Tiene una amplísima distribución a lo largo y ancho de América, desde Canadá hasta Chile, dividiéndose en al menos cuatro subespecies. Al menos en Norteamérica, hay una sola generación al año. Habita en espacios abiertos, linderos de bosque y en general allá donde existan las arañas que constituyen sus presas, a menudo apareciendo incluso en ambientes fuertemente antropizados. Nunca se aventuran en el interior sombrío de bosques densos. Los adultos se alimentan del néctar de flores, especialmente umbelíferas y compuestas. Las hembras fecundadas buscan arañas grandes de la familia Lycosidae, y cuando localizan una, la paralizan con su aguijón y la arrastran hasta su nido. El nido es una cámara excavada dentro de una cavidad preexistente o apenas modificada, como una grieta natural o una madriguera de roedor. Allí la avispa deposita un huevo en la araña paralizada, y la encierra en el nido. Cuando el huevo eclosiona, la larva se alimenta de los tejidos de la araña viva y paralizada. La larva se transforma en crisálida cuando ha crecido lo suficiente, y pasa el invierno en ese estado. En el siguiente verano, emerge la nueva generación de adultos, emergiendo los machos antes que las hembras.