Desmophyllum pertusum

Desmophyllum pertusum (Linnaeus, 1758)
Sinónimo: Lophelia pertusa (Linnaeus, 1758)

21-Julio-2023.
Cautividad. Europa, Noruega, Hordaland, Midhordland, Bergen, Universitetet i Bergen, Muséplassen, Museo Universitario de Historia Natural.
Leg: Isidro Martínez. Det: Museo de historia natural de Bergen.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filo: Cnidaria.
Clase: Anthozoa.
Orden: Scleractinia.
Suborden: Caryophylliina.
Superfamilia: Caryophyllioidea.
Familia: Caryophylliidae.
Subfamilia: Caryophylliinae.
Género: Desmophyllum.
Especie: Desmophyllum pertusum.

Es una madrépora que forma colonias ramificadas, con las ramas generalmente anastomosadas. Los cálices se hallan bien separados unos de otros, conectándose mediante ramas cilíndricas de paredes muy gruesas. Cada cáliz mide entre nueve y doce milímetros de diámetro, y en su interior se observan los hasta sesenta y seis septos fuertemente exertos, dispuestos irregularmente en tres o cuatro ciclos. Los septos poseen las caras lisas, salvo en la parte inferior, donde son levemente granulosas, y los bordes internos de los septos son sinuosos. Carece de columela y de lóbulos paliformes. En el animal vivo, del cáliz nace un pólipo de color rosado, blanco o amarillo, pero siempre translúcido, el pólipo contiene hasta cincuenta tentáculos retráctiles, de textura granulosa.

Se distribuye por las aguas templadas y frías de todos los océanos. Grandes poblaciones de esta especie se hallan en el Mar del Norte y el norte del Atlántico, y en las islas noruegas de Lofoten se encuentra el mayor arrecife coralino constituido por esta especie, con treinta y cinco kilómetros de longitud y tres de anchura. Habita sobre sustratos blandos, más raramente sobre rocas, a entre cuarenta y tres mil seiscientos metros de profundidad, y generalmente a entre doscientos y cuatrocientos metros. Es el más común de los corales de aguas frías, sin embargo, debido a la gran profundidad a la que habita, está escasamente estudiado. Al ser habitantes de aguas profundas y por tanto escasamente iluminadas o sin luz, este celentéreo carece de zooxantelas, de modo que toda su alimentación depende del plancton y las partículas orgánicas en suspensión que atrapa con sus tentáculos. Se puede reproducir asexualmente por gemación o sexualmente, generando larvas planctónicas. Los arrecifes constituidos por esta especie de agua fría son de inmensa importancia ecológica, pudiendo albergar tanta biodiversidad como los arrecifes tropicales. Un solo arrecife de estos corales puede albergar unas novecientas ochenta especies de invertebrados marinos y unas veinticinco especies de peces. La pesca de arrastre con cadenas destruye completamente estos oasis de vida, que tardarán un siglo en regenerarse.