Gastropholis prasina

Gastropholis prasina Werner, 1904

16-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Parque del Palacio de Schönbrunn, Tiergarten Schönbrunn.
Coordenadas: 48°10′56″N, 16°18′09″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Zoológico de Viena.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Sauropsida.
Orden: Squamata.
Suborden: Sauria.
Superfamilia: Lacertoidea.
Familia: Lacertidae.
Subfamilia: Lacertinae.
Género: Gastropholis.
Especie: Gastropholis prasina.

Este es un lagarto pequeño, largo y esbelto que puede medir entre quince y veinte centímetros de longitud de cabeza y cuerpo, y hasta cincuenta centímetros de longitud total. Su larga cola mide aproximadamente un 70% de su longitud total. Pesa hasta unos treinta y cinco gramos. Es de un llamativo color verde esmeralda brillante, con manchas turquesa alrededor de las patas anteriores, y a veces, con un moteado negro en los flancos (donde pueden formar una línea irregular longitudinal) y en la cola. La lengua, de color rojo intenso, destaca contra el verde de la cabeza cuando el lagarto la saca para intentar ahuyentar a los depredadores. Las escamas que conforman la piel de su dorso son pequeñas, redondeadas y no superpuestas, mientras que las escamas de su vientre son aquilladas. Sus patas poseen dedos largos y muy finos, terminados en garras curvadas. Su cola, con forma de látigo, es muy larga y prensil.

Se distribuye por el este de África tropical, concretamente en el nordeste de Kenia, sudeste de Tanzania y Mozambique. Su mayor núcleo poblacional se halla tierra adentro, en las montañas Nguru. Habita en el dosel de la jungla tropical costera, desde el nivel del mar hasta los dos mil metros de altitud, y es de costumbres marcadamente arborícolas. Su hábitat ha sido fuertemente esquilmado y fragmentado y por ello la especie se clasifica en la actualidad como Casi Amenazada. Es insectívoro, y muy voraz en comparación con otras especies de lagartos del mismo tamaño. Como los demás lacértidos, puede perder la cola como defensa si es atacado por un depredador, y con el tiempo le crecerá una nueva. Los machos son territoriales y no toleran la presencia de otros machos en sus dominios. Durante el cortejo, el macho muerde el cuello de la hembra y entrelaza su cola con la de ésta. A inicios de otoño, la hembra pone entre cinco y diez huevos en los huecos húmedos del tronco y ramas de los árboles. Eclosionan al cabo de un par de meses. Los recién nacidos miden de diez a doce centímetros de longitud total.