Anthaxia sepulchralis

Anthaxia sepulchralis (Fabricius, 1801)

29-Mayo-2010.
Europa, España, Aragón, Zaragoza, Calatayud, El Frasno, Sierra Vicor. En un bosque de repoblación antiguo de Pinus pinaster sobre suelo silíceo.
Leg: Isidro Martínez. Det: Fernando Murria.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Buprestoidea.
Familia: Buprestidae.
Subfamilia: Buprestinae.
Género: Anthaxia.
Subgénero: Melanthaxia.
Especie: Anthaxia sepulchralis.

Una especie de Anthaxia de color negro, que mide entre cinco y siete y medio milímetros de longitud corporal. El pronoto es bastante transverso, lo que permite diferenciar a esta especie de Anthaxia helvetica. La distancia entre los ojos es claramente inferior a la mitad de la anchura del pronoto, por lo cual se puede distinguir a esta especie de Anthaxia godeti. Además, estas dos especies, poseen cuatro fosetas o pequeñas depresiones en el pronoto, dispuestas en una hilera transversal, al igual que sucede con Anthaxia quadripunctata. En cambio, Anthaxia sepulchralis carece de estas fovéolas, especialmente de las dos centrales. En la cabeza, la pubescencia frontal es larga y de color marrón, divergiendo del centro. El escutelo es alargado, más largo que ancho, permitiendo distinguir a esta especie de Anthaxia nigrojubata, en la cual el escutelo es igual de largo que de ancho.

Vive en Europa suroccidental, desde Portugal hasta Austria, y también en Marruecos y Argelia. Otras citas fuera de esta área de distribución (como en Bulgaria y Polonia) se deben a confusiones con Anthaxia nigrojubata, o con Anthaxia corinthia (en Turquía). Sus larvas de alimentan en las ramas muertas o enfermas de pináceas (pinos, abetos, cedros y píceas), como aquellos talados recientemente o abrasados por un incendio, abriendo galerías justo entre la corteza y la madera. Los imagos vuelan de abril a agosto y acuden a las flores amarillas, especialmente las de compuestas, pero también otras tales como el botón de oro. Allí se alimentan de sus pétalos, del polen y del néctar.