Emeus crassus

Emeus crassus Owen, 1846

15-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Aves.
Orden: Struthioniformes.
Familia: Dinornithidae.
Subfamilia: Emeinae.
Género: Emeus.
Especie: Emeus crassus.

El moa oriental era una especie de enorme ave no voladora, perteneciente a la familia extinta en tiempos históricos, que conformaban los moas de Nueva Zelanda. Era la única especie de su género, y tenía un tamaño mediano en comparación con otros moas, siendo las hembras más grandes que los machos. Podía alcanzar de un metro y medio a un metro y ochenta centímetros de altura cuando se posicionaba de pie con el cuello estirado, es decir, la misma altura aproximada que un ser humano. Medía de setenta y tres a noventa y nueve centímetros de longitud, y pesaba de treinta y seis a setenta y nueve kilos. El tamaño era variable, aumentando gradualmente hacia el sur de su área de distribución, y también se hicieron más grandes estos moas durante los periodos glaciales. Su cabeza era pequeña, con pico grueso, puntiagudo y ligeramente decurvado, y su cuerpo era esbelto. Como los demás moas, carecía absolutamente de alas y vestigios alares, habiendo desaparecido por completo los huesos que las sustentaban. Su plumaje era desgreñado, de color leonado, y las plumas del cuello eran ralas, dejando áreas semidesnudas hacia la cabeza. Las plumas cubrían toda la parte superior de las patas. Las patas eran cortas y gruesas y los pies eran sumamente anchos en comparación con otros moas. Era notable por que los machos poseían una tráquea muy alargada, prolongada en un bucle de hasta un metro de longitud que corría hacia abajo en el lado izquierdo del cuerpo y luego al lado derecho antes de doblarse sobre sí mismo hacia el pecho y los pulmones.

Esta especie se distribuía por el este de la Isla Sur de Nueva Zelanda. Habitaba en los bosques de llanura, dunas litorales, praderas, matorrales y humedales, por debajo de los doscientos metros de altitud. Los pies muy anchos de este moa hacían que se desplazase de forma muy lenta y pausada. Se alimentaba de frutos y de hojas blandas en lugar del fibroso y recio material vegetal preferido por otras especies de moas. La tráquea modificada de los machos debió de tener un papel crucial en la emisión de sonidos de cortejo para atraer a las hembras. Construían sus nidos a finales de primavera e inicios de verano, con palitos de dos a seis centímetros de longitud, materia vegetal y tiras de corteza. La hembra ponía allí uno o dos huevos, de unos dieciocho centímetros de longitud y trece de diámetro, y el macho los incubaba durante un largo periodo que probablemente superaba los dos meses, mientras la hembra probablemente se desentendía de su descendencia. El moa oriental era la segunda especie más abundante de moa en su área de distribución. Los primeros colonizadores humanos de Nueva Zelanda, los maoríes que llegaron desde la Polinesia, cazaron a este lento animal hasta su completa extinción hacia el año 1500. Sus restos han sido hallados en asentamientos humanos junto con herramientas especializadas para cortar su carne y para trabajar sus huesos con los que se fabricaban objetos y herramientas. Algunos de estos asentamientos, datados del siglo XIII, contenían restos de más de cuatro mil ejemplares de moas de varias especies, y grandes cantidades de huevos de moa.

Reconstrucciones en vida:
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