Anoxia villosa

Anoxia villosa (Fabricius, 1781)

10-Julio-2010.
Europa, España, Aragón, Huesca, Pirineos, Hoya de Huesca, Arguís, en trampa de luz.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Suborden: Polyphaga.
Superfamilia: Scarabaeoidea.
Familia: Melolonthidae.
Subfamilia: Melolonthinae.
Género: Anoxia.
Especie: Anoxia villosa.

El género Anoxia está formado por escarabajos similares a Polyphylla y a Melolontha. Es un insecto grande, robusto y compacto, de dos y medio y tres centímetros de longitud, que posee andares lentos y vuelo torpón y ruidoso. Su cabeza subcuadrada está encajada en el pronoto y posee dos antenas de diez artejos, de los cuales los cinco (en los machos) o cuatro (en las hembras) últimos están expandidos formando unas lamelas, el doble de largas en los machos que en las hembras. La parte superior del insecto es de color pardo grisáceo bastante uniforme, sin las bandas longitudinales de escamas blancas que otras especies de Anoxia presentan en los élitros. Su gran escutelo, cubierto de vellosidad blanca, contrasta mucho con el pronoto y élitros oscuros. Los élitros dejan ver el extremo del abdomen o pigidio, que es de forma algo puntiaguda. Toda la parte ventral del cuerpo está cubierta de una larga y densa pilosidad blanca. Su larva es blanquecina, con forma de C, con las patas y la cabeza amarillas.

Se distribuye por el centro y sur de Europa, siendo más frecuente en la región mediterránea. Se divide en dos subespecies. Los imagos aparecen de mayo a julio, y son de actividad nocturna. Acuden a las copas de todo tipo de árboles, de cuyas hojas se alimentan. Realizan la cópula también en los árboles, una vez fecundadas, las hembras buscarán suelos arenosos o removidos, fáciles de excavar, donde penetrarán de diez a quince centímetros de profundidad en el suelo y pondrán un paquete de diez a veinte huevos. Éstos nacen tras casi un mes, dando lugar a pequeñas larvas que se alimentan de detritos orgánicos del suelo. Cuando llegan los meses más fríos del otoño, se entierran más profundamente, hasta a un metro de la superficie, y entran en letargo invernal. En la siguiente primavera reanudan su actividad y cambian su dieta, pasando a alimentarse de las raíces de todo tipo de plantas herbáceas o arbóreas. Invernan por segunda vez como larvas, volviéndose a enterrar profundamente, y a la siguiente primavera reanudan su actividad hasta que se transforman en crisálidas a mediados de verano. Pasará el siguiente invierno como crisálida, y el imago aparecerá en la primavera del siguiente año. Por lo tanto, todo el ciclo dura tres años (salvo en las zonas más frías donde puede durar más años).