Cteniza sauvagesi

Cteniza sauvagesi (Rossi, 1788)

15-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Arachnida.
Orden: Araneae.
Suborden: Mygalomorphae.
Familia: Ctenizidae.
Subfamilia: Ctenizinae.
Género: Cteniza.
Especie: Cteniza sauvagesi.

Es una araña entre dos y medio y tres centímetros de longitud corporal, en la cual la diferencia de tamaños entre sexos es bastante poco aparente, ya que los machos alcanzan hasta veintisiete milímetros de longitud y las hembras y machos más pequeños son ambos del mismo tamaño. Posee un cuerpo grueso, compacto y robusto y patas gruesas y relativamente cortas. El cefalotórax es negruzco, muy brillante, ovalado, con la parte anterior elevada. Las patas y los quelíceros también son de un color negro muy lustroso. El abdomen es de un pardo grisáceo fuertemente sedoso, muy característico. Los palpos son curvados, con el émbolo apenas más largo que su diámetro. El labio y la coxa de los palpos del macho carecen de dentículos.

Se distribuye únicamente por Córcega, Cerdeña y Sicilia. Habita en bordes de camino y roquedos, usualmente no lejos de la orilla del mar. Vive en una madriguera excavada en el suelo, provista de una tapadera circular que encaja perfectamente en la entrada haciendo casi imposible su detección a simple vista. Desde ella, durante la noche, emerge cuando pasa cerca una presa terrestre, como escarabajos, cochinillas de la humedad o milpiés, atrapándola rápidamente con sus patas y quelíceros y retirándose con ella al fondo de la madriguera para alimentarse. En raras ocasiones se ha visto que cazan incluso babosas, una presa muy inusual para una araña. Para reproducirse, los machos vagabundean sin rumbo hasta que detectan la tapadera de la madriguera de una hembra. Con las dos patas anteriores levantadas en alto, tamborilean con sus palpos en la tapadera, cuidando de hacer la secuencia de movimientos correcta para llamar la atención de la hembra que vive dentro, y no ser confundidos con presas. La hembra, si acepta al macho, levanta apenas y muy lentamente la tapadera, hasta que sale rápidamente y tira del macho en medio segundo hacia la entrada, el macho entonces copula con la hembra dejando fuera el abdomen y los dos pares de patas posteriores, en cuanto ha terminado, la hembra lo expulsa con un rápido empujón. En junio, las hembras fecundadas ponen sus huevos en el fondo de sus madrigueras, sin fabricar un capullo de seda alrededor como hacen la mayoría de las arañas.