Cantao parentum

Cantao parentum (White, 1839)

17-Agosto-2022.
Cautividad. Europa, Luxemburgo, barrio de Grund, Museo Nacional de Historia Natural.
Leg: Isidro Martínez. Det: Isidro Martínez.

Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Hemiptera.
Suborden: Prosorrhyncha.
Superfamilia: Pentatomoidea.
Familia: Scutelleridae.
Subfamilia: Scutellerinae.
Género: Cantao.
Especie: Cantao parentum.

Es un hermoso chinche de escudo que mide unos doce milímetros de longitud corporal. Posee un cuerpo ovalado alargado, con la cabeza alargada, cuyos márgenes son casi rectos y aquillados, pronoto con los laterales angulosos (pero romos, no prolongados en una espina como en C. ocellatus), y escutelo muy grande, que cubre casi todo el abdomen y que posee en su base un par de fosetas profundas. Su parte superior es de vivo color naranja con manchas negras: en la cabeza, una amplia T negra separa las dos manchas naranjas situadas en las búculas, el pronoto posee dos grandes manchas negras centrales y dos pequeños puntos negros en la parte anterior, y el escutelo posee un dibujo de cinco manchas negras basales, dos centrales, y una apical, sobre fondo naranja. Las patas y antenas son negras por completo. Las membranas alares son también negras y sobresalen más allá de la punta del escutelo. Las ninfas son negras con brillo metálico azulado y con la parte central del abdomen naranja con manchas negras.

Se puede encontrar en Australia, donde se reparte básicamente a lo largo de la costa oriental del continente, en el sudeste de Queensland y el nordeste de Nueva Gales del Sur. Habita en las selvas tropicales secas. Se alimenta de la savia de los arbustos del género Mallotus. La hembra adulta pone de cincuenta a ciento cincuenta huevos en el envés de las hojas de esta planta, y monta guardia sobre ellos sin abandonarlos ni por un momento, esperando a su eclosión. De vez en cuando, la madre se agita vigorosamente hacia los lados, un comportamiento que se cree que disuade a los parasitoides de huevos de acercarse a ellos. La madre también se queda protegiendo y vigilando a las ninfas durante varios meses, hasta que están muy crecidas. Este comportamiento maternal es bastante raro entre los insectos. Durante el invierno, gran número de adultos pueden congregarse densamente y permanecer inactivos durante unos tres meses.