Bufo regularis

Bufo regularis Reuss, 1833
Sinónimo: Sclerophrys regularis (Reuss, 1833)

15-Septiembre-2021.
Cautividad. Europa, Austria, Viena, Innere Stadt, Museo de Historia Natural de Viena.
Coordenadas: 48°12′18″N, 16°21′34″E.
Leg: Isidro Martínez. Det: Naturhistorisches Museum Wien.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Chordata.
Clase: Amphibia.
Orden: Anura.
Suborden: Neobatrachia.
Familia: Bufonidae.
Género: Bufo.
Subgénero: Sclerophrys.
Especie: Bufo regularis.

El sapo pantera es un batracio de tamaño mediano-grande, el macho mide entre seis y nueve centímetros de longitud corporal, pero la hembra puede alcanzar hasta trece centímetros. Su piel es verrugosa en el dorso, y lisa en el vientre. Es de color bastante variable: dorsalmente es de color pardo grisáceo, gris o leonado, con manchas irregulares rojizas, castañas o incluso escarlatas. La coloración es más uniforme en los ejemplares del norte de su área de distribución, y los machos intensifican su coloración durante la época reproductiva. La cara ventral es blanquecina, a veces con grandes manchas oscuras. Los ojos son de color pálido, con pupilas horizontales. Las glándulas parótidas son grandes, paralelas o arriñonadas, relativamente lisas. El tímpano es circular, grande, de un tamaño similar al del ojo. El macho posee un plexo gular de color negro, que se hincha emitiendo sonidos para atraer a las hembras. En la cara externa de los dos primeros pares de dedos de las patas anteriores, el macho posee almohadillas nupciales de color negro. Los dedos de las patas posteriores poseen una tenue membrana basal.

Se distribuye por la casi totalidad de África continental, tanto subsahariana como sahariana, salvo el sur del continente. También ha sido introducido en las islas de Cabo Verde. Habita en sabanas secas, matorrales, praderas estacionalmente inundadas, ríos, lagos, cultivos, jardines rurales e incluso espacios urbanos. Como puede verse, es una especie sumamente adaptable. Es de actividad nocturna, y durante el día pasa el tiempo oculto entre la vegetación, bajo un tronco o enterrado. Los ejemplares juveniles son más activos y pueden verse a veces en pleno día. Si se siente amenazado, trata de mimetizarse con el suelo, y si esto no surte efecto para pasar inadvertido, segrega un veneno de color blanco lechoso por sus glándulas parótidas. Al llegar la estación lluviosa, los machos emiten un sonido bisílabo de casi un segundo, similar a un sonajero, se producen los amplexos, y las hembras liberan sus huevos por la presión de los brazos del macho, fecundándolos éste conforme van saliendo. Un cordón de huevos puesto por esta especie puede llegar a medir hasta diez metros de largo y contener hasta unos quince mil huevos. Éstos eclosionan a los tres o cuatro días de ser fecundados, y los renacuajos resultantes se alimentan de las algas, detritos y pequeños invertebrados presentes en la charca donde hayan nacido. Al metamorfosearse en pequeños sapitos, una vez han perdido totalmente la cola, miden un centímetro de longitud corporal. Puede vivir más de diez años.