Cylindraustralia kochii

Cylindraustralia kochii (Saussure, 1877)
Sinónimo: Cylindracheta psammophila Tindale, 1928

27-Julio-2019.
Cautividad. América, Norteamérica, Estados Unidos, Nueva Inglaterra, Massachusetts, Suffolk, área metropolitana de Boston, Cambridge, Campus de la Universidad de Harvard, Museo de Historia Natural de Harvard.
Leg: Isidro Martínez. Det: Harvard Museum of Natural History (como Cylindrachaeta psammophila).


Dominio: Eukaryota.
Reino: Animalia.
Filum: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Orthoptera.
Suborden: Caelifera.
Superfamilia: Tridactyloidea.
Familia: Cylindrachetidae.
Género: Cylindraustralia.
Especie: Cylindraustralia kochii.

Éste es uno de los ortópteros de aspecto más extraordinario de cuantos existen en el mundo. Esta familia, perteneciente al suborden de los Caelifera o saltamontes de antenas cortas, es un perfecto ejemplo de convergencia evolutiva con los mucho más conocidos grillotopos (familia Gryllotalpidae), pertenecientes al suborden de los Ensifera o saltamontes de antenas largas. La cabeza es pequeña y cónica, similar a la de un grillotopo, pero a diferencia de éstos, carece de ocelos, que están reemplazados por manchas amarillas. Los ojos son muy pequeños y reducidos, similares a ocelos. Sus antenas son muy cortas y filiformes, y están formadas por once segmentos. Los palpos están muy desarrollados, y las mandíbulas son pequeñas y dentadas. Las partes más esclerotizadas (cabeza, pronoto, patas) son de color castaño brillante, mientras que su abdomen, más blando, es de color pardo amarillento. Su cuerpo es muy largo y cilíndrico. El pronoto es cilíndrico, brillante, de nueve milímetros y medio de longitud y seis y medio de anchura, cubriendo completamente el protórax incluso por su parte inferior, donde los dos bordes del pronoto se juntan, algo sumamente inusual entre todos los insectos. El mesosterno es muy grande, convexo, con huecos que permiten alojar las patas. El metasterno, mucho menor que el mesosterno, es trapezoidal, intercalado entre las patas posteriores. Carece completamente de alas, a diferencia de los grillotopos. El abdomen, formado por nueve segmentos visibles, comienza por un par de segmentos comprimidos semejantes a láminas, un tercer segmento triangular, y termina en un gran pigidio, mientras que los cercos son residuales, casi invisibles. Las patas anteriores están muy transformadas en anchas palas dentadas para excavar, de una forma análoga a la de los grillotopos, y poseen cinco dientes triangulares en las tibias. Las restantes patas son muy cortas, con los segmentos ensanchados y aplanados, y terminan en tarsos de sólo dos segmentos y una sola uña. Los fémures posteriores terminan justo en el tercer segmento abdominal. Sus patas posteriores sumamente cortas y no adaptadas para el salto son otra de sus diferencias con los grillotopos y, de hecho, con la casi totalidad de los demás ortópteros. Las tibias posteriores están armadas por cuatro gruesos espolones.

Como todas las especies de su familia, es propio del continente australiano, donde se halla bien repartido, siendo frecuente en el oeste del país. Su biología no es muy conocida. Tanto ninfas como adultos viven enterrados en la arena húmeda, excavando hasta un máximo de dos metros de profundidad. Durante los meses más fríos y en los primeros días tras una lluvia, estos insectos excavan largos túneles justo por debajo de la superficie, dejando conspicuos rastros elevados visibles por encima de ella. Su dieta es similar a la de los grillotopos verdaderos: son omnívoros oportunistas que consumen raíces y tubérculos subterráneos, hongos, gusanos, larvas de insectos y cualquier otra cosa orgánica que encuentren bajo tierra. El canibalismo tiene lugar cuando las poblaciones son muy densas. Tanto ninfas como adultos, si son capturados, emiten como defensa un olor desagradable desde un par de glándulas abdominales. La hembra fecundada pone sus huevos, colgando de pedúnculos, en una cámara especial situada a entre cuarenta y ciento noventa centímetros de profundidad, en suelo húmedo. Aunque los huevos pueden ser puestos indistintamente en primavera o en otoño, las ninfas nacen siempre a mediados de verano. Su ciclo biológico es extremadamente lento para un insecto: sólo la primera de las cinco fases ninfales dura como mínimo un año completo, por lo que su desarrollo hasta adulto debe durar varios años.

Que ortóptero tan curioso, no conocía este caso de convergencia.